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‘Cacería’ de clubes grandes, en supuesta complicidad dentro de Fedefútbol, lava voluntad de los no tradicionales hacia selecciones menores

by Jose Pablo Alfaro

Equipos de Primera reclaman supuesto ‘compadrazgo’ entre personeros de Fedefútbol, Alajuelense y Saprissa, lo que provoca que los jóvenes decidan dejar sus equipos de origen para saltar a los grandes, justo después de los trabajos con las selecciones menores. Federación niega favoritismos y se defiende de los cuestionamientos. En este reportaje especial, ‘Columbia’ comparó las posiciones de dirigentes, puntualizó en las consecuencias y colocó sobre la mesa las ‘dos caras’ de la moneda.

Un aparente compadrazgo entre funcionarios de la Fedefútbol y de clubes grandes tiene molestos a los equipos no tradicionales que ceden a sus futbolistas jóvenes a las selecciones menores de Costa Rica.

La supuesta ‘cacería’ comienza desde el momento en que los planteles son notificados por la Fedefútbol para que cedan a sus mejores prospectos a los equipos patrios.

Una vitrina necesaria y, en muchas ocasiones, anhelada por los equipos, pero que hoy en día provoca incomodidad, molestia y hasta dudas sobre la transparencia de los procesos, al punto de que algunas instituciones lo piensan dos veces para ceder a sus mejores prospectos a las selecciones menores.

Pero, ¿qué puede ser tan perjudicial para un equipo como para que se cuestione internamente si les conviene prestarle a un joven a las selecciones nacionales?

Básicamente, los clubes no tradicionales ceden a sus futbolistas, que después de afrontar los microciclos con la Selección Sub-15, Sub-17 o Sub-20 se devuelven a sus equipos, pero esta vez, aparentemente, con una oferta de un ‘grande’ bajo el brazo, que en muchas ocasiones los seduce y se los lleva para sus clubes, sin darle nada a cambio al club formador.

Estos equipos reclaman un supuesto ‘compadrazgo’ entre la Fedefútbol y Alajuelense y Saprissa, lo que provoca que los jugadores jóvenes decidan dejar sus equipos de origen para saltar a los grandes, justo después de los trabajos con las selecciones menores.

A través de este reportaje especial, ‘Columbia’ profundizó en esta realidad. Comparó las posiciones de dirigentes, puntualizó en las versiones de la mayoría de clubes con presencia constante de jugadores en las menores y detalló las consecuencias de que esto suceda, colocando sobre la mesa las ‘dos caras’ de la moneda.

También se le consultó su posición a la Fedefútbol, a la Liga y a la ‘S’ y se profundizó en si esta realidad es producto de la ‘oferta y demanda’ que envuelve el fútbol hoy en día y que, como consecuencia, habrá clubes perjudicados, en este caso los pequeños.

O, en cambio, si esta práctica debilita a las instituciones para los torneos de liga menor y, a la vez, los desmotiva en su esfuerzo de invertir y mejorar las fuerzas básicas.

En el caso de la Federación, niega cualquier tipo de insinuación que deje ver algún favoritismo hacia algún equipo de Primera. Afirma, además, que no se autoriza la presencia de ningún de visor en las prácticas de las selecciones nacionales y puntualiza en que ningún entrenador está autorizado a recomendar jugadores a algún club. Además de puntualizar en la posición del ente, ‘Columbia’ expone los argumentos completos de la Fedefútbol en un artículo adicional publicado en este sitio web.

CUESTIONAN TRANSPARENCIA

El gerente de San Carlos, Gustavo Pérez, reconoce que en el último semestre Saprissa le quitó tres futbolistas de la categoría Sub-15 justo después de un microciclo con la ‘Sele’.

El dirigente afirma que, en muchas ocasiones, el club norteño apoya a sus prospectos con viáticos para que se unan a los trabajos de la ‘Sele’, y luego regresan al club anunciando que se van.

“Es una práctica que se ha hecho durante mucho tiempo (que asistan visores de Liga y Saprissa a entrenamientos de selecciones menores) y la verdad no es buena para equipos como el nuestro. Hacemos un gran esfuerzo. A ellos (a los equipos grandes) les queda muy fácil tentar”, explicó Pérez.

Los equipos consultados dejan ver el supuesto método utilizado por los grandes para llevarse a sus mejores futbolistas, aunque no existe una fórmula exacta, mientras que en la Federación afirman que la presencia de visores está prohibida en las prácticas de las selecciones nacionales.

Por ejemplo, el presidente de Jicaral, Roy Barrantes, sostiene que los visores de Alajuelense y Saprissa revisan las convocatorias hechas en cada categoría, seleccionan a los talentos de los clubes no tradicionales que más los seducen y luego asisten a los entrenos de la Selección Nacional para confirmar su rendimiento.

Posterior a los entrenamientos de los equipos menores, se acercan al jugador y les mencionan la posibilidad de unirse a sus filas.

En cambio, el presidente de la Academia Wílmer López, Édgar Artavia, afirma que desde mucho tiempo atrás, es común que las supuestas ‘recomendaciones’ provengan desde la propia Federación, aunque afirma que, hoy en día, esto no sucede. 

Desde la perspectiva de Artavia, los funcionarios le sugerían a la Liga y Saprissa llevarse a ciertos futbolistas y, por lo tanto, los equipos se ‘espabilan’ y los tientan. También dice que es común que los técnicos le recomienden a los jugadores irse a ‘cierto equipo’.

La presidenta de Grecia, Peggy Guillén, afirma que son los mismos futbolistas los que les cuentan que en las prácticas de las selecciones menores se les acercan visores de los equipos grandes para convencerlos de que cambien de club.

Recientemente, convencieron a su hoy arquero titular, José David Vega, de mantenerse en el club, luego de que, supuestamente, un club grande lo visoreó en una práctica de la ‘Sele’.

Entre los criterios de los dirigentes existe una coincidencia: Sostienen que hay una afectación económica y deportiva, pues hacen un esfuerzo financiero para formar futbolistas desde los 12 años, pero luego parten a otro club.

En algunos casos, también esto se traduce en un bajón de la calidad en los torneos menores, ya que les arrebatan a las mejores figuras.

Los dirigentes argumentan su posición afirmando que han perdido futbolistas justo después de que los jóvenes regresan de la Selección Nacional, como el caso de San Carlos. También, que los propios jugadores les comunican que distintos visores los observaron durante su estancia en la ‘Tricolor’ y les hicieron ofertas concretas.

La Fedefútbol, en cambio, afirma que es falsa esta realidad.

Las siguientes frases destacadas reflejan la molestia de los equipos:

“Cuando llegan algún trabajo de selecciones menores ahí están los visores de Alajuelense y Saprissa viendo a ver de quién es el prospecto para ver cómo lo enamoran. Los visores llevan a los muchachos de sus equipos a las prácticas y aprovechan y ven a los otros que tienen que estar ahí”.

Roy Barrantes, presidente de Jicaral.

“Al final parece que hubiera una preferencia (de la Fedefútbol). Ellos tienen recursos para ofrecer claro, pero yo no quisiera pensar mal de que eso esté todo conectado, de manera en que la Fedefútbol facilite las cosas a algunos clubes. Apelo a que debemos regularlo, porque así como se han ido muchos, también se han devuelto”.

Gustavo Pérez, gerente de San Carlos

“Hay visores e influencias. Hemos tenido jugadores en el pasado (no en el presente, afirma) a los que el entrenador de turno les ofreció que por qué no van Saprissa o la Liga y como el ‘carajillo’ dice que está tranquilo con nosotros, ahí se terminó su participación en las selecciones nacionales”.

Édgar Artavia, presidente Academia Wílmer López

“De un pronto a otro nos llaman jugadores de liga menor y eso es bueno, pero cuando hay visoría de selecciones menores, curiosamente los que se presentan a los entrenamientos son entrenadores o visores de la Liga o Saprissa. Por ejemplo, a nosotros nunca nos han invitado a un entrenamiento”.

Peggy Gullén, presidenta del Municipal Grecia

¿OFERTA Y DEMANDA?

El caso tiene múltiples aristas y, en especial, posiciones encontradas. Por ejemplo, el presidente santista, Rafael Arias, dice que no le consta que haya visores de los clubes grandes en las prácticas de las menores, o favoritismos de la Fedefútbol.

Sin embargo, percibe que esto no cambia su posición sobre el ‘punto neurálgico’ de la discusión: Los clubes tienen que aprender a defenderse en la mesa.

El dirigente afirma que si un equipo grande se lleva un talento de su cantera, de inmediato le dan seguimiento y siguen al pie de la letra los pasos que exige FIFA para ejercer el cobro de los derechos de formación.

Este recurso legal avalado por FIFA le permite a los clubes que formaron a los jóvenes desde la temporada deportiva en que cumplió 12 y hasta los 21 años recibir una compensación económica por cada año en que el prospecto estuvo en sus filas.

Por ejemplo, Santos le cobró a Herediano 27 millones de colones en derechos de formación cuando el club florense se llevó al futbolista Yostin Salas.

Lo cierto es que hacer valer estos derechos también tiene un ‘pero’.

Básicamente, hay que ser muy paciente y disciplinado para darle seguimiento al caso, pues si el joven deja el club para irse a la Liga o Saprissa a los 15 años, Santos podría cobrar por este rubro hasta que el equipo grande le haga su primer contrato profesional al joven, lo que puede suceder hasta 5 o 6 años después, dependiendo de su evolución.

Incluso, puede que se estanque en el camino o tome otro rumbo y al final no gane nada.

En cambio, el asesor de Sporting, Olman Vega, tiene una posición ‘pragmática’ sobre el caso. Afirma que lo que debe existir es una comunicación transparente de los clubes grandes para negociar de forma directa con los equipos y solicitarle al jugador.

Por ejemplo, Vega recalcó que, hace un tiempo, el gerente morado Ángel Catalina le comunicó que estaba interesado en un futbolista Sub-17 de Sporting.

El equipo josefino optó por cederlo a Saprissa, luego de una conversación entre las partes. 

Desde la perspectiva de Vega, esto se trata de “oferta y demanda” y el club confiesa que no tiene el dinero suficiente para amarrar con un contrato a todos los prospectos de la cantera.

“Cada club tiene que legislar y blindar a sus jugadores. Yo tengo futbolistas que están firmados por tres o cuatro años. No quiere decir que tengan las puertas cerradas, porque nosotros no estamos a la altura de los presupuestos de Saprissa, Herediano, Liga y Cartaginés, pero estamos en el tema intermedio y seguimos creciendo”, contó.

‘Columbia’ trató de conocer las posiciones de Cartaginés, Guanacasteca y Guadalupe sobre el tema, a través de sus gerentes deportivos, pero no contestaron las llamadas telefónicas. Se intentó conversar con Leonardo Vargas, Yosimar Arias y Robert Garbanzo. 

De ofrecer su punto de vista en las próximas horas, se agregará a esta publicación.

CONSECUENCIAS TAMBIÉN GENERAN DEBATE.

La realidad marca 3 consecuencias puntuales. 

1. Los clubes no tradicionales hacen esfuerzos económicos para mejorar sus fuerzas básicas, alimentar su primer equipo con buenos talentos y, en el mediano plazo, generar recursos a través de la venta de estos jugadores, especialmente fuera del país.

Para conseguir este objetivo, las selecciones menores son indispensables. Ante la falta de recursos para darle rodaje internacional a sus equipos de fuerzas básicas, es necesario que talentos adquieran esta experiencia con las selecciones nacionales.

Sin embargo, ¿qué pasa si al cederlos a la ‘Sele’, corren el riesgo de que se los arrebaten? Básicamente, perderían todo lo invertido en el joven desde que llegó al club.

Pero, es evidente que el prospecto también saldría perjudicado. 

Es decir, el joven no tiene la culpa de ser ‘tentado’ por otro equipo y más bien, la ‘Tricolor’ es, habitualmente, un excelente trampolín internacional y un sueño para los jóvenes.

“Si me pongo del lado del jugador, decirle que no vaya a la Selección porque te van a ver, es complicado. No me parece que esa sea la vía correcta tampoco. Debería existir un reglamento, porque sino sería una cacería del lobo y el ratón”, explicó Pérez.

2. La otra cara de la moneda también es evidente: ¿Qué pasa si el club grande ofrece mejores condiciones y, por lo tanto, el futbolista llega a Primera mejor formado?

Bajo esta perspectiva, el equipo no tradicional sería una especie de ‘sacrificado’ en busca de un bien que, en la buena teoría, es mayor: Tener mejores prospectos.

Por ejemplo, la Liga tiene un Centro de Alto Rendimiento y esto le permite potenciar a los jóvenes de una manera más elevada, de forma en que se potencien sus habilidades.

3. Ahora, ¿qué pasa cuando los mejores prospectos se concentran en dos equipos? Que los torneos de liga menor pierden calidad, pues son muy disparejos.

El torneo doméstico es la vía más común para que los jóvenes demuestren sus condiciones y, en especial, compitan y crezcan conforme suben de categoría.

Sin embargo, si hay una diferencia muy grande entre los grandes y los no tradicionales, es evidente que bajará el nivel de la competición, algo que tampoco le sirve a los grandes.

“La densidad de población es tan baja acá (en Jicaral) que salen menos prospectos que en la GAM, es difícil buscar talentos y que se vayan”, concluyó Barrantes.

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