El ministro de Justicia, Gerald Campos, asegura que la institución y su personal se mantendrán firmes con los operativos para sacar teléfonos celulares, armas, drogas y dinero de todas las cárceles del país.
La mañana de este lunes, Campos informó que en las intervenciones que se han realizado en los centros penales desde el 25 de mayo, se decomisaron 524 celulares, 39.5 kilogramos de drogas, 2.193 armas punzocortantes, 1.383 accesorios de aparatos electrónicos (cargadores, cables, etc) y ¢2 millones en efectivo.
El pasado 25 de junio, se dio a conocer que el jerarca ha recibido amenazas debido a los operativos, sin embargo, dijo que la situación no lo intimida pues sabe que la naturaleza de su trabajo lo expone a ese tipo de circunstancias.
“Vengo de la carrera policial desde hace casi 30 años y sé que cualquier decisión que tome generará consecuencias de todo tipo. Trabajamos fuerte por Costa Rica y mi convicción es no detenerme ni un segundo. El tema de las amenazas lo asumo con el cuidado que requiere pero de igual manera mi trabajo seguirá por el camino del bien”, expresó en esa oportunidad.
Consultado por Noticias Columbia este lunes por la situación de la Policía Penitenciaria, el Ministro admitió que se investiga a funcionarios por su presunta colaboración con grupos criminales para meter artículos prohibidos o drogas a las cárceles.
No obstante, aseguró que la mayoría de oficiales está comprometida con el trabajo y lo realiza con rectitud. Por eso no dudó en salir en defensa de quiénes se desempeñan con ética y exponen su vida en el trabajo.
“Tampoco vamos a permitir agresiones o que nos atemoricen por estos operativos. Cada vez que un policía penitenciario sea agredido, nos va a hacer tomar más fuerzas y vamos a intervenir con mayor ahínco en coordinación con todos los cuerpos policiales”, afirmó ante una consulta de Noticias Columbia.
Campos hacía referencia a que los operativos se realizan en conjunto con el Ministerio de Seguridad Pública y el Organismo de Investigación Judicial.
Recientemente, varios oficiales penitenciarios han sido atacados por privados de libertad que les lanzaron cloro que se utiliza para desinfección en las celdas o ámbitos. Otro policía fue herido en una pierna con un punzón.
