Especialista en infraestructura sostiene que el Gobierno no debe medirse por cuántas carreteras inaugure, sino por cuántas obras viales mantiene en buen estado. Agrega, además, que aunque se dice que el atraso vial del país es de unos 20 años, se estima que podría ser de hasta 40 años.
“Cuando uno ve hacia atrás y observa grandes carreteras, grandes construcciones, una ciudad distinta, cuando se hizo la carretera a San Ramón o al aeropuerto, eso era algo salido de la realidad de cualquier país de la región, era un paso adelante. ¿Qué pasó con el tiempo? Nos mal acostumbramos a construir cosas y a dejarlas en el olvido”, indicó Federico Villalobos, introduciendo una de las problemáticas más grandes de Costa Rica: la infraestructura vial.
A pesar de que todos los países enfrentan problemas, Costa Rica tiene uno particular: el desarrollo vial y, para el especialista, esta problemática surge cuando hay un mayor enfoque en la construcción de obras y no en su mantenimiento.
Una visión simplista de 4 años para trabajar no alcanza en materia de construcción, y los gobiernos de turno se preocupan más en construir para su honor, que en el mantenimiento para la posteridad.
Mantenimiento de obras. El gobierno, a criterio del especialista, no debe medirse por cuánto inaugure, sino por cuánta obra mantenga, porque el problema no se queda únicamente en las carreteras.
Para Villalobos, la falta de ese mantenimiento lleva, además, a alejar fuentes de inversión extranjera en el país, debido a que no se les genera confianza ni garantía de un buen sistema vial en el corto plazo.
A esto se añade que la forma de contratación de mantenimiento de obra pública no genera incentivos positivos a un buen trabajo, pues se permite que las empresas coticen más por menor calidad, según comentó Villalobos.
Aunque se dice que el atraso vial del país es de unos 20 años, según Villalobos algunos expertos estiman ese atraso en 40 años.
