Luego del duro golpe de perder final de Linafa del torneo de Apertura con Sarchí, el equipo del que es gerente deportivo, el volante rojinegro llamó a los dos dirigentes para pedirles su criterio y afirmó que, ‘me armaron de valor para tomar decisiones’. Cubero reconoce que son muy distintos, aunque esta vez coincidieron en algo.
A pesar de que Jafet Soto y Agustín Lleida son personas muy distintas, en ocasiones pueden tener puntos de vista muy similares, en especial cuando se trata de tomar decisiones después de sufrir un resultado complicado.
Lo comprendió José Miguel Cubero hace apenas un mes, cuando su equipo, la Asociación Deportiva Sarchí, perdió la final del torneo de Apertura de Linafa frente a Quepos Cambute y llamó a ambos gerentes para pedirles su criterio.
El veterano volante recién empieza su carrera dirigencial, pues es el director deportivo de los sarchiseños y, desde su punto de vista, es valioso nutrirse con múltiples criterios futbolísticos. Y más aún tras perder una final nacional.
El gerente florense y el rojinegro coincidieron en que, si podía hacerlo, era el momento para reforzarse con piezas de experiencia, ya que estaba a un paso de conseguir el ascenso a la Segunda Categoría.
“Ahora que perdimos la final, a las 2 personas que llamo cuando ya estaba en casa más tranquilo fue a Jafet (Soto) y a Agustín (Lleida) para que ellos me orientaran. Ambos me dijeron qué era lo que seguía y me dijeron, ‘bueno, si ya llegaste a una final, si sientes que tienes que reforzar al equipo y crees que puedes, estás a cinco meses de poder tener un equipo en Segunda'”, contó Cubero a ‘Columbia’.
“Ahí fue cuando me armé de valor y dije, ‘ahora sí voy por estos jugadores (Christian Lagos y Frank Zamora) que ya tenía adelantados. Ellos me asesoraron”, agregó el mundialista de Brasil 2014, sobre su decisión de reforzar el club.
Después de aquella llamada, Cubero concretó los refuerzos. Quería tener a dos artilleros de peso, así que concretó los fichajes de Zamora y Lagos.
También sumó al plantel a los hermanos Miguel y Erick Marín y a un creativo brasileño, Dilson. Su objetivo es subir de categoría cuanto antes.
Aprende de ambos. En medio de este desafío deportivo, el mediocampista se proyecta en una faceta distinta, de corte dirigencial y formativo, pues el club sarchiseño es nutrido por los talentos que se desarollan en la academia que creó el jugador cinco años atrás.
El jugador aprovecha el conocimiento de ambos dirigentes para aprender.
“Son dos personas, tanto Jafet como Agustín, que tienen su forma de ser y su temperamento y su manera diferente de ver las cosas, pero se tiene que aprender de todas las personas”, apuntó.
“En la vida hay que ser inteligente, todas las cosas buenas hay que ver por qué se hacen. Si Herediano ha generado tantos campeonatos en la última década es por algo, y en el tema de la Liga, apenas llegué yo a la institución y veo que empieza a crecer con Agustín en la institución y en las ligas menores se empieza a quedar campeón siempre, es porque se están haciendo cosas buenas”, afirmó.
Además de tomar las decisiones deportivas, Cubero se reúne con patrocinadores y hace lo posible para ofrecer las condiciones idóneas para que este club de Linafa se fortalezca y se enfoque en conseguir el boleto a la Liga de Ascenso.
En la actualidad, uno de los socios comerciales más importantes es su excompañero de equipo, Marcel Hernández (Cartaginés), quien tiene una marca de ropa y contribuye activamente con el proyecto que lidera Cubero.
También se asesora con otros entrenadores, como el caso del extécnico de la ‘Tricolor’ Mayor, Rónald González.
“Al profesor Rónald a veces lo llamó, para hablar de metodología de entrenamiento”, apuntó Cubero.
