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“Cuesta demasiado sacar esa cantidad de barro y ver que va el esfuerzo de uno”, relata afectada por inundaciones

by Alejandro Arley

Los efectos de la tormenta Bonnie se sintieron con fuerza en varios puntos de Cuajiniquil de La Cruz, Guanacaste. Sin agua ni electricidad, personas afectadas por inundaciones batallan ahora contra el agua y el lodo que dañó sus viviendas.

Un equipo de Noticias Columbia estuvo este sábado en la comunidad conocida como Las Vegas. El río Cuajiniquil se desbordó y afectó un numeroso grupo de viviendas que se encuentran a poca distancia del cauce.

De esta forma, la fuerza de la naturaleza volvió a golpear un sitio al que ya había impactado con fuerza en el 2017 cuando ocurrió la tormenta Nate.

Muchas familias de las zonas de riesgo hicieron evacuación preventiva hacia el albergue habilitado en el Liceo de Cuajiniquil, sin embargo, algunas personas se quedaron en el lugar.  

La noche del viernes 1 de julio transcurrió con lluvia pero sin problemas. No obstante, a eso de las 4:00 a.m. el nivel de las aguas comenzó a aumentar y hacia las 7:00 a.m. ya el sitio estaba inundado.

Una de las personas que permanecía en la zona es Johanna Rodríguez, quien vive con su pareja y una hija de 20 años. Su casa fue una de las más afectadas por el desbordamiento del río.

Reconoce que se confió, pues al no tener problemas el viernes pensó que la situación se mantendría controlada. Su hija y su nieta se fueron al albergue pero ella se quedó en la vivienda.

El agua se metió por todas partes, al punto de que en el patio no se podía diferenciar cuál era el límite de la propiedad y dónde estaba el cauce del río.

“La refri se la llevó el río, no la pude rescatar. Salvé algunas cositas como sillones y ropa. Nos confiamos en no iba a pasar y sí pasó. Gracias a Dios estamos bien” expresó con pesar mientras pasaba una escoba para sacar el barro.

Fotos: Alejandro Arley y Mauricio Rivera

“Cuesta demasiado sacar esa cantidad de barro y ver que va el esfuerzo de uno, sin agua, sin luz, sin nada donde cocinar. Lo poco que salvamos, lo quitamos de aquí”, agregó.

En medio de la difícil situación, intentaba mantener el buen ánimo durante las labores de limpieza. “Trato de reír para no llorar”, expresó.

Colaboró con esta información: Mauricio Rivera.

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