Gianluigi Donnarumma, el gigante de 1,96 metros y 23 años de edad que defiende las porterías de la selección italiana y del PSG, es una figura mediática.
Para bien o para mal, se habla mucho de él, ya sea por sus aciertos o por sus yerros.
Sus buenas actuaciones en las últimas dos fechas de la fase grupal de la Liga de Naciones le ayudaron a Italia a clasificar al llamado “Final Four”.
Atajando no tuvo problema alguno. Al contrario. Se lució. Empero, él mismo se detuvo en la autocrítica, sabiendo que un par de veces casi pierde la bola jugándola con los pies, su gran talón de Aquiles.
“A veces puede ocurrir un error y es difícil para nosotros los porteros. Pero siempre tienes que trabajar duro y descubrir dónde te equivocaste”, comentó en entrevista para la televisora italiana Rai. “Lamentablemente, en junio cometí un error que no debería haber cometido”, recordó sobre un gol que recibió contra Alemania.
“Trabajé en eso, lo hablamos con el entrenador. También tengo que trabajar en eso: entender cuándo puedes jugar el balón y cuándo no. Ahora tenemos que seguir adelante”.
También se le achaca una pérdida en los octavos de final de la UEFA Champions League, frente a Karin Benzema del Real Madrid, pero en este caso siempre sostuvo que fue falta del francés y no error suyo.
