El siguiente once no es el peor del Clausura 2023. Sé que hay futbolistas a quienes calificaría más bajo, posiblemente muchos del descendido Guadalupe, pero sí está conformado por jugadores que me despertaron altas expectativas… que no fueron satisfechas.
Bryan Segura: Cuando se fue Esteban Alvarado y el Herediano no logró cerrar la operación para suplirlo con Aarón Cruz o Patrick Sequeira, era su gran oportunidad de ganarse el puesto y cerrar bocas. Empero, cayó en una vorágine de yerros y no pudo rubricar una campaña convincente.
Jordan Smith: Aunque el técnico Paulo César Wanchope lo defiende, y es respetable que lo haga, me dejó muchas dudas en los dos costados de la cancha. En zaga fue puesto en evidencia por Suhander Zúñiga cada vez que lo enfrentó, y en ataque ha pulido muy poco sus centros.
Fernán Faerron: Palabra que confiaba que sería una gran contratación, pero no lo fue. Pasó casi más tiempo cumpliendo sanciones que en cancha. Y su aporte en grama fue pobre. En la semifinal ante Saprissa fue de los puntos más bajos del Team.
Diego Mesén: Procedente de Europa, también creí que podría marcar diferencia, pero en el Clausura no lo consiguió. En lugar de ponerle una cereza al pastel al cierre de temporada, le echó una mosca a la sopa: Se lió a golpes con Fernando Lesme y quedó fuera de la semifinal por sanción.
Diego González: Dicen que los refuerzos internacionales tienen que demostrar más que los locales para justificar su presencia. Al menos en este semestre, González no fue el mismo de torneos anteriores. Me costó elegir entre él y Ryan Bolaños. Del morado siempre he esperado mucho y, de momento, solo le ha aportado chispazos al Saprissa.
Dardo Miloc: Todavía puede levantar nivel y cerrar la campaña con alta calificación. Empero, de la fecha 1 a la 22, sumándole los dos partidos de semifinales, está por debajo de las expectativas que tenía de un “5” titular de primera división argentina. De momento, ha parecido un contención rústico, a la usanza antigua.
José Miguel Cubero: Naufragó junto con el resto del equipo. Quizá mis expectativas era muy altas para un jugador de 36 años de edad que provenía de una prolongada lesión, pero me lo imaginé poniendo un candado impasable en el mediocampo junto a Ronald Mauricio Montero… y no. Puntarenas fue un equipo poroso, permeable.
Fabrizio Ramírez: Jamás diría que fue el peor jugador del descendido Guadalupe, jamás de los jamases, pero sí del que tenía mayor esperanza. Incluso, cuando el seleccionador Luis Fernando Suárez lo convocó a Nations League y habló maravillas de él, creí que levantaría rendimiento y podría ser figura local… pero no.
Bryan Félix: Cuando militaba en Alajuelense, me preguntaba por qué no jugaba más minutos, porque en los pocos que le daban parecía aportar desequilibrio y profundidad. Entonces, esperé verlo consolidarse en San Carlos. Empero, su paso por tierras norteñas fue sin pena ni gloria, con diez partidos y un golcito.
Francisco Rodríguez: ¿Qué habrá sido de aquel “Divino” goleador, prodigioso, que montó una magnífica yunta con el mexicano Brian Rubio para darle la “28” al Herediano? En este semestre con Sporting jugó 15 partidos y no pudo abombar mecates.
Juan José Calero: Que solo jugara 12 partidos y marcase un pírrico gol lo dice todo. El colombiano-mexicano no cumplió con lo que se espera de un delantero internacional. Si se esperaba que fuese el artillero del Sporting, fue un fiasco.
DT Geiner Segura: Creí que triunfaría con Herediano. Y fue todo lo contrario. Rápidamente fue reemplazado. Luego pensé que levantaría al Puerto, pero tampoco lo consiguió. Aún así, sigo creyendo en él.
