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Entre lágrimas y ‘hablándole en chino’, Pilar Cisneros vivió sus primeros meses como política

by Óscar Ugarte

Cisneros dejó atrás su pensión para constituirse en la de la diputada oficialista de mayor reconocimiento en el actual gobierno.

Aunque su nombre sigue siendo uno de los más reconocidos en el país, cuando se habla de Pilar Cisneros hay que olvidar la imagen de la periodista y pensar en la política.

Retirada de la televisión desde el 2013, Cisneros volvió a la vida pública en el 2021, cuando se anunció que sería candidata al primer lugar por San José con el desconocido partido Progreso Social Democrático, de Rodrigo Chaves.

Desde ese momento, se convirtió en la imagen pública de la agrupación y la mano derecha del candidato presidencial. Su exposición y credibilidad ante la población fue un factor determinante para los logros de Progreso Social Democrático, según varios analistas.

Ahora, repasando sus primeros meses inmersa en la política, Cisneros aseguró que ha tenido momentos difíciles, pese a la imagen que muestra en público.

“Yo soy una llorona, aunque la gente no lo crea. La gente cree que yo soy una mujer de hierro y no, viera las lloradas que me he dado. He llorado mucho porque no es bonito despertarse todos los días, en medio de crisis espantosas…pero eso fue durante la campaña, desde que ganamos ya ha bajado mucho”, expresó.

La diputada aseguró que toda su vida se preparó para enfrentar cuestionamientos y críticas, lo que le ha ayudado a llevar los momentos complicados.

“Yo he aprendido a desarrollar piel de elefante; uno decide si ese insulto, esa crítica soez, ese ataque espantoso, le molesta un minuto, una hora, un día o toda la vida. Me molesta, no voy a decir que no, pero trato de sacudirme lo más rápido posible para que no me afecte”, dijo.

Después de la campaña, Cisneros empezó su nueva vida laboral en Cuesta de Moras, un lugar que, dice, es completamente distinto a todo lo que había hecho antes.

“La curva de aprendizaje ha sido muy dura, porque es un terreno desconocido, desde aprenderme el reglamento de la Asamblea hasta a entender los términos. Al inicio yo decía ‘esto es chino, no entiendo’ y es muy frustrante a estas edades, y con la experiencia laboral que uno tiene, meterse a un entorno totalmente desconocido”, explicó.

Cisneros aseguró que todas las dificultades valen la pena porque “uno entiende que si quiere hacer cambios, estos no vienen solos”.

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