Tras la polémica que ha surgido por el Conservatorio Castella y el teatro Arnoldo Herrera, también han surgido los testimonios de personas que cuentan que estudiar en este centro les cambió la vida.
Tal es el caso de Erick Jiménez, un egresado que actualmente se dedica a las artes escénicas, es intérprete, bailarín y coreógrafo, y esto lo ha llevado a la dirección de proyectos.
Destaca la oportunidad que tuvo desde niño para desarrollarse en esta área y el apoyo que puede significar un teatro para la población adolescente y joven que hoy en día es tan vulnerable.
“Pueden imaginarse un niño muy pequeñito, de 6 añitos, de Hatillo 8, que de repente tiene a su disposición un teatro, que con forme va creciendo ese niño, en su adolescencia, gran parte del tiempo lo ocupa estando en ese teatro…”, comentó.
La posibilidad y el tiempo para disfrutar ese tiempo lo hizo “un niño diferente” y le dio herramientas para tener una calidad de vida mejor con mayor sensibilidad y el entendimiento de las cosas desde otras perspectivas.
Tener la formación con la parte práctica le permitió enfrentarse a la vida por ejemplo al momento de hacer una audición para un trabajo pues ya sabía cómo era estar en un espacio teatral con todo lo que esto implica: “de los ensayos, de la programación de una mesa, de producir el audio, de gestionar el evento meses antes, de producir un evento un año antes… todo ese gran proceso desde niños nosotros lo pudimos tener a la palma de la mano, y sin duda eso modificó nuestras vidas”, comentó.
“El teatro era mi casa”, agregó Jiménez.
Esto también lo vivió gracias al contacto que tuvo con personas de la Compañía Nacional de la Danza, donde pudo vivir de cerca las presentaciones.
“Éramos, a lo mejor 400 niños sentados en las butacas viendo un espectáculo exclusivo para nosotros, donde después del espectáculo podíamos charlar, conversar con los artistas, desenterrar todas aquellas dudas que nos surgían después de ver ese espectáculo maravilloso, y a partir de ese momento es que yo decido dedicarme al arte escénico… y desde entonces han pasado más de 30 años creo yo”, comentó.
Erick vive y trabaja en Costa Rica donde tiene la fundación Sólodos En Danza para el desarrollo cultural en sitios vulnerables, pero también produce fuera del país por ejemplo en España.
(Fotos: Cortesía de Erick Jiménez)
