Cada año se descubren nuevas y sorprendentes especies animales y vegetales, las que muchas veces destacan por su rareza y particularidades. La hormiga que explota, el calamar bizco y el camaleón pinocho son solo algunos ejemplos.
Estas raras especies no es que nazcan por generación espontánea, pues algunas llevan miles de años en el ecosistema, solo que hasta ahora se descubren,
Sin más preámbulo, conozca a detalle más de estas curiosas especies:
La hormiga que explota. El nombre científico de este insecto es ‘Colobopsis explodens’, y característica distintiva es que, literalmente, explota cuando un enemigo entra en el hormiguero.
Esta hormiga vive en los bosques de la Isla de Borneo. Cuando detecta que un enemigo amenaza a la colonia de hormigas, es capaz de romper las paredes internas de su cuerpo y explotar, liberando un líquido tóxico.
Pese a esto, solo las hormigas obreras de este tipo son las que tienen esa cualidad, ya que existe una casta superior dentro del hormiguero, que no explota.
El camaleón Pinocho. Madagascar es una isla del continente africano, el 95% de las especies de reptiles son únicas en el mundo, es decir, solo aquí viven.
La especie ‘Calumma lefona’ destaca por su enorme apéndice nasal, así que se la conoce coloquialmente con el nombre de Camaleón Pinocho.
El calamar bizco. Se cree que el ojo gigante lo usa para buscar presas, en el fondo marino, mientras que el ojo más pequeño vigila para no ser sorprendido por un depredador. Vive a 300 metros de profundidad.
Pulpo Dumbo o Opisthoteuthidae. Se le llama así porque su parte delantera recuerdan las orejas del popular elefante de Disney. Mide unos 20 centímetros y las orejas las utiliza para nadar. Habita a 900 metros de profundidad.
La rata canguro de San Quintín. No es una especie nueva, pero se creía extinta, pues no se había visto ningún ejemplar desde hace 32 años.
Aunque el descubrimiento de nuevas especies animales siempre es una gran noticia, no se debe caer en el error de compensar una especie que desaparece, con otra que se descubre.
