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La historia entre trofeos del Cartaginés: Así era la provincia hace 81 años

by Alejandro Arley

El equipo conquistó el título en una Costa Rica muy diferente a la de hace ocho décadas. Por eso, con ayuda del doctor Arnaldo Moya Gutiérrez, de la Universidad de Costa Rica (UCR), hacemos un recorrido por el contexto político, social y económico de aquella época. Foto: Biblioteca Nacional.

El miércoles 6 de julio del 2022, el Club Sport Cartaginés ganó su cuarto campeonato nacional de fútbol de la Primera División y con ese logro deportivo hizo añicos una cifra histórica de 81 años sin obtener ese trofeo.

El historiador tiene un detalle muy particular. Su padre, Arnaldo Moya Barahona, jugó con el Cartaginés como delantero entre finales de los años 40 y 1954.

A eso se suma que su abuelo materno, Guillermo Gutiérrez Rivera, fue portero en la década de 1930 y murió un año antes de que los brumosos alzaran su tercer cetro.

El Club Sport Cartaginés ganó el campeonato el 12 de enero de 1941 en el Estadio Nacional al derrotar 4 a 3 al Herediano. La leyenda brumosa, José Rafael “Fello” Meza, destacó en esa remontada.

El presidente  de la República era el doctor Rafael Ángel Calderón Guardia quien había asumido el cargo a inicios de 1940. La crónica del periódico La Razón relata que el mandatario presenció el partido en el estadio, al cual llegó a caballo.

El país iniciaba una década crucial en la que el país vivió grandes transformaciones y en cuyo tramo final hubo una guerra civil. La UCR tenía solo cuatro meses de creación y la Caja Costarricense de Seguro Social estaba a 10 meses de su fundación.

Cartago era al resultado de un proceso de reconstrucción de 30 años debido al devastador terremoto del 4 de mayo 1910. Casas, iglesias, conventos, escuelas y otros edificios públicos colapsaron.

Por esta razón, la ciudad de los campeones de ese año era muy diferente a la que pudo ser. Entre algunas de las medidas tomadas después del terremoto, se eliminó la construcción de casas y edificios con materiales como adobe y bahareque y se inició un nuevo periodo de técnicas de construcción en Costa Rica, cita un informe histórico de la Red Sismológica Nacional (RSN) de la UCR.

El fútbol era un gran atractivo desde inicios del siglo XX para segmentos muy amplios de la sociedad costarricense en general y de la cartaginesa en general.

El Club Sport Cartaginés es el decano del fútbol nacional y se fundó en 1906, “en medio de una ciudad que todavía tenía rasgos muy de origen colonial. Esa ciudad que va a ser destruida por el terremoto, diría que era una pequeña urbe metropolitana con un pie en la ciudad colonial y con otro pie en la modernidad”, explicó el historiador.

La nueva Cartago, reedificada, fue la que tuvo como escenario aquel contexto en el que el equipo obtuvo su penúltimo título.

La década de los 40 fue de grandes transformaciones. “Cuando Cartaginés es campeón hay otra traza en el destino costarricense, estamos pensando en que el orden oligárquico que imperó durante la República cafetalera tiene que cambiar y hay grandes presiones de muchos sectores sociales por ese cambio”, explicó.

En cuanto a la religión, al igual que ahora, se manifestaba la devoción hacia la Virgen de los Ángeles, aunque también ya era de mucha importancia el Convento de San Francisco, de los Padres Capuchinos y también la iglesia de la Virgen del Carmen, actual catedral.

¿Cómo era Cartago?

En enero de 1941, tenía una forma de vida bastante rural pero ya con muchos tintes de modernidad.

Entre sus personajes más reconocidos estaba Ricardo Jiménez Oreamuno, de 82 años en ese momento. Fue presidente de la República tres veces, presidente del Poder Judicial y del Poder Legislativo.

Las calles y avenidas del casco histórico eran más anchas en comparación con las otras ciudades del país. Había agua potable en las casas, sistema de cloacas y alumbrado público.

La Plaza Mayor, en el corazón de la ciudad, era el centro de reunión de las principales festividades.

A lo largo de los años, este icónico punto fue escenario de innumerables actividades políticas, económicas y sociales como los días de mercado. También se levantaba el tablado para las corridas de toros, fiestas patronales y fiestas en honor a la Virgen de los Ángeles, entre otras.

“Siempre ha habido una centralidad. No nos debe extrañar en absoluto que el campeonato del Cartaginés, 81 años después, se haya celebrado justamente en la plaza mayor.  

Para el año 2011, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la provincia de Cartago tenía 490 mil habitantes. Hace 81 años, la cantidad era muy distinta.

El historiador, Arnaldo Moya, explicó que para la época de la independencia, en 1821, había unas 10 mil personas. En 1910, año del gran terremoto, ese número subió a aproximadamente 20 mil.

“Se estima que la cifra de muertos pudo llegar a 700, debido a que muchas personas fueron enterradas casi instantáneamente para evitar la proliferación de pestes. Se desconoce el número exacto de heridos pero se estiman miles, la gran mayoría fueron trasladados hasta San José en tren, donde se les atendía en los hospitales de la capital”, explica el documento de la RSN.

En 1941, cuando el equipo ganó el campeonato de fútbol nacional, la cifra podría rondar entre 40 mil y 50 mil habitantes.

Actividades productivas

El norte de Cartago se caracterizó por la agricultura y la lechería en las fincas. Actividades incluso que se desarrollaban como ahora en las faldas del Volcán Irazú.

“En los 40, tenemos grandes segmentos de la población que han sido expropiados de los medios de producción. Eso significa que son fuerza de trabajo, por lo general mal pagada. De ahí las reformas en las Garantías Sociales y en el Código de Trabajo que tienen que ver con estos grandes segmentos que tradicionalmente se habían visto excluidos del Estado costarricense”, explicó Moya.

Para hablar del movimiento económico en el casco urbano de Cartago, el historiador, además de su conocimiento, se apoya en las anécdotas de una de sus abuelas.

“Decía que en Cartago había excelentes tiendas, casi tan buenas como existían en San José en la década de 1940. Estaban en manos de ‘polacos’ porque le llamábamos polacos justamente a la emigración judía”, relató.

“Vamos a encontrar que muchos de los apellidos judíos que ahora destacan en la política costarricense porque destacan en la economía costarricense, muchos tuvieron sus primeras tiendas… su primera manera de ganarse la vida la tuvieron en Cartago y después lograron hacer cierta fortuna”, añadió.

Moya agregó que el comercio de la ciudad de Cartago también se vio dinamizado por actividades de tiendas y otro tipo de familias como los Morúa, Pacheco y Oreamuno.

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