Frustración total en la Liga. El dolor es inevitable pero aún así, un grupo de aficionados se mantuvieron hasta el final. El ‘fuera Rudé’ se escuchó cuando recogió la medalla de subcampeón.
Frustración total en Alajuelense.
Dolor y tristeza en la grada, caras largas y muchas lágrimas. No se pudo contener Bryan Ruiz, quien de camino al vestuario se notaba muy afectado, con los ojos vidriosos.
A pesar de la tristeza, la mayoría de la afición respetó a los brumosos y fueron pocos los que se metieron a la cancha para increpar a los futbolistas.
Aún así, a Marcel Hernández lo quiso agredir un seguidor, pero muy rápido corrió hacia el vestuario para evitar cualquier bronca.
Quizás, el caso más complicado fue el de Albert Rudé, que cuando se dirigía al vestuario visiblemente golpeado, fue increpado por un aficionado que le hizo ver su molestia tratando de rozarlo con un sueter.
El español por un momento se quiso salir de control, pero fue detenido por otros funcionarios de Alajuelense y la seguridad.
También quiso armarse un conato de bronca con Giancarlo González, de los más tristes en el terreno de juego. Al final, fue rápida la reacción para evitar que todo se saliera de control.
Después, los líderes salieron al campo cabizbajos, pero con caballerosidad a recoger el trofeo, encabezados por Ruiz y Alex López. Todos se colocaron la medalla en el cuello y se comportaron a la altura.
Mientras tanto, un grupo de seguidores de Alajuelense optó por quedarse hasta el final, quizás como un homenaje para Cartaginés, el nuevo campeón del fútbol de Costa Rica.
Uno de los últimos en aparecer fue Agustín Lleida, con su rostro desencajado y tratando de consolar a sus futbolistas.
La fotografía de la tristeza fue inevitable.
Rudé, el último en salir, recibió los gritos de descontento de la grada y el ‘fuera Rudé’.
El técnico optó por dar unas breves declaraciones:
“Hemos dado todo lo que teníamos, dieron todo el corazón los jugadores y no se pudo”, dijo Rudé.
