El campeón comenzó la campaña con ‘dolores de cabeza’ por tratar y una realidad que, desde afuera, se percibe como excusa. Sin embargo, el cubano aclara, “este equipo no se relaja por ser campeón” y señala con argumentos por qué el presente de Cartaginés refleja dificultades evidentes en este certamen.
Marcel Hernández mide sus palabras cuando se refiere a la primera debacle del campeón nacional en el certamen. No quiere que suene como excusa, pero al mismo tiempo deja ver que la realidad del equipo no es sencilla.
Confiesa, incluso, que afrontó el partido contra Grecia (caída de 2 por 0) sin entrenamientos encima ni pretemporada. También le preocupa el estado físico del equipo, luego de afrontar cuatro finales consecutivas en la pasada campaña.
Por si fuera poco, las bajas por lesión también afectan al grupo, una realidad que Hernández percibe complicada, aunque insiste que Cartaginés debe sacudirse y aspirar a clasificar, pues son los campeones nacionales.
“Es difícil, no se trata de que el equipo se relaja porque es campeón, se trata de la relación descanso – trabajo. Aunque cambiemos el chip hay cosas que se nos van de la mano porque no hicimos pretemporada. En mi caso no he entrenado”, afirmó Hernández, posterior a la debacle frente a los griegos.
Claramente, la derrota golpeó los ánimos del plantel y de afición, extasiada por el título conseguido en el último semestre.
Reflexión grupal. Sin embargo, en el club quieren hacer un alto en el camino y reflexionar sobre los objetivos grupales, ya que la idea es mantenerse arriba y volver a pelear por el título nacional.
En este torneo más que en ningún otro, es vital hacerse fuerte en casa, dado que las fechas son muy pegadas y el descanso es mínimo. La localía es esencial y en el club blanquiazul lo comprenden, especialmente Hernández.
“Todos los equipos van a salir a jugarle al campeón, hay que reponernos ante la adversidad y hacer de nuestra casa una fortaleza”, afirmó Marcel.
“Es importante tener todo el plantel y entrenar de manera más sistemática, volver a competir al máximo nivel, lo intentamos y no lo logramos. El rival sabía que el desgaste nos iba a pasar factura. Hubo momentos en que no recorríamos”, concluyó el cubano, ariete nacional de la última campaña.
