“Si vamos a entrar en polémica, vean todo lo que hago dentro de la cancha, cuántos pases a gol doy, cuántas marcas jalo, la gente no ve”, afirma el cubano, quien define su etapa con los rojinegros como ‘muy buena’ e insiste en que, de haber ganado un título, el criterio de la afición sería muy distinto.
El desempeño de Marcel Hernández en Alajuelense genera criterios encontrados. Para un sector de la feligresía rojinegra, el futbolista no pesó lo suficiente en las etapas decisivas (no marcó un solo gol en fases finales), mientras que otro grupo de aficionados defiende su rendimiento y afirma que los números lo respaldan.
Consultado sobre la percepción de la grada y, en especial, sobre si estuvo o no a la altura de la exigencia rojinegra, el cubano tiene una posición clara e invita a sus detractores a revisar sus números antes de ofrecer un criterio que, desde su óptica, no refleja la realidad.
“Si me preguntas si me quedó grande la camisa, no lo creo”, afirmó, tajante.
“No me compete a mí si están erradas las personas que dicen que me quedó grande la camisa, solamente me quedo con lo bueno que viví. Hice 20 de mis 79 goles con la Liga. Y si vamos a entrar en polémica, vean todo lo que hago dentro de la cancha, cuántos pases a gol doy, cuántos marcas jalo, es un trabajo que la gente no ve”, agregó.
Para el nuevo artillero de Cartaginés, el criterio que hoy en día tiene la afición manuda sobre su rendimiento sería muy distinto si se hubiera ganado el título nacional.
Confiesa que, colectivamente, fracasó, pues no se logró el objetivo grupal.
Sin embargo, sostiene que en lo individual, sus números evidencian la realidad.
“Al final creo que mi paso por la Liga fue muy bueno y pudo ser mejor. Si hubiésemos ganado el campeonato, las personas que dicen eso, no lo hubiesen dicho, pero cuando hay un fracaso colectivo entramos todos los ahí”, apuntó.
“Sin embargo, tampoco puedo decir que cualquiera hace 20 goles. No pude jugar los torneos internacionales y aún así hice 20 goles”, añadió el atacante.
La reunión. El nuevo fichaje blanquiazul se recuesta en sus estadísticas para defender su etapa en el club manudo, que decidió cederlo a préstamo, a pesar de que solo un año atrás pagó casi $250.000 por el futbolista ($150.000 a brumosos; $100.000 al futbolista).
Luego de una reunión con Agustín Lleida, posterior a la final, el gerente deportivo le comunicó a Marcel que no seguiría en el club, pues querían reforzar otras zonas del campo y para eso era necesario quitarse de encima su salario, de los más caros de la planilla.
En principio, a Hernández le molestó la decisión rojinegra y optó por pedir la libertad. Es decir, quería quedar libre para negociar por su cuenta con cualquier club.
Sin embargo, Lleida no aceptó el finiquito de su contrato, por sospechas de que pudiera firmar con el Saprissa, pues desde tiempo atrás hay un supuesto interés en el delantero.
Al final, Hernández aceptó regresar a Cartaginés, un equipo que asegura siempre lo trató bien y por el que siente un amor intenso desde que llegó al país.
“Para un delantero no es fácil hacer 13 asistencias. Agradezco ese apoyo porque lo viví y fue increíble, y más cuando ya hubo personas en el estadio, pero al final es un tema de decisiones y de cosas que suceden dentro y fuera de la cancha”, concluyó.
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