“Me parecería muy positivo que puedan docentes públicamente salir del clóset y que sus estudiantes conozcan cuál es su orientación sexual y que sepan que es completamente normal que en el mundo existen personas de diferentes orientaciones”, afirmó excomisionada sobre estudio de la Universidad de Arizona en EE.UU. que revela que mayoría de alumnos consideran ‘positivo’ que sus profesores le digan su identidad.
Un ejercicio realizado en Estados Unidos por la Universidad del Estado de Arizona, reveló que los estudiantes consideran como algo positivo que sus profesores les revelen su identidad LGBTQ+.
Según señalaron los alumnos, tiene un impacto positivo en su experiencia general del curso, ya que aumenta el sentimiento de conexión, el sentido de pertenencia e incrementó la confianza y la empatía.
La excomisionada para asuntos LGBTIQ+, Margarita Salas, analizó cómo se traduciría una situación similar al contexto costarricense e ilustró algunos de los retos que enfrenta la diversidad sexual en el sistema educativo.
En el contexto costarricense, ¿cuál cree usted que sería la respuesta de los padres de familia si un profesor ‘sale del clóset’ ante sus estudiantes, como señala estudio de Universidad de Arizona?
“Bueno, nosotros vivimos en un contexto un poco complejo porque socialmente todavía se enfrenta mucha discriminación. Entonces me parece importante que continuemos avanzando en la capacitación y la sensibilización del funcionariado público para que puedan acuerpar este tipo de decisiones”.
“Así como de la sociedad en su conjunto, para que puedan comprender que la medida en que las personas pueden vivir plenamente como quiénes son, pueden desarrollarse en un marco de derechos humanos mucho más integral”.
“A mí me parece muy importante que los estudiantes y las estudiantes puedan contar con referentes dentro de sus centros educativos, de personas que ellos sepan que también son LGBT. La ausencia de este tipo de referentes lo que hace es que las personas se sientan muy aisladas, solas y que sientan que no hay nadie en su entorno que puede comprenderles o ayudarles”.
“Desde esa óptica me parecería muy positivo que puedan docentes públicamente salir del clóset y que sus estudiantes conozcan cuál es su orientación sexual y que sepan que es completamente normal que en el mundo existen personas de diferentes orientaciones e identidad”.
¿Considera que se necesita trabajar en el área de educación sexual para llegar a un punto en el que se pueda hablar de orientación e identidad de género abiertamente dentro de los salones de clase?
“Sí, claro. Todavía hace falta mucho trabajo. Si bien es cierto que estos temas deben abordarse como parte de educación integral en sexualidad, sabemos que hay resistencia desde diferentes centros educativos, sabemos que los programas se implementan de manera diferencial”.
“Hay sectores que están tratando de alegar objeción de conciencia para no capacitarse, para no ingresar en este tipo de recepción de información. Entonces, me parece que el país todavía está lejos de contar con un ambiente educativo integral, las personas trans reciben mucha discriminación todavía, al igual que las otras personas LGBT”.
“En tanto, hay centros educativos en los cuáles hay abiertamente hostilidad en contra de los niños y niñas y además que los grupos de padres de familia también ejercen presión muchas veces en esta dirección”.
En la segunda Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva del año 2015 se reveló que el 93% y el 85% de los padres de familias estaban de acuerdo con implementar la educación sexual en secundaria y primaria respectivamente. Pero en 2018, un sector se opuso al ESI (Programa Nacional de Educación Sexual Integral). ¿Qué mensaje envía esto a la población LGBTIQ+ dentro de los centros educativos?
“Este dato que menciona me parece muy importante sobre todo para dimensionar. Tenemos que saber que quienes se oponen a este tipo de iniciativa pueden hacer más bulla, aunque sean menos”.
“Cuando se empezó a implementar educación para la sexualidad, se hizo un piloto con 10 000 estudiantes. Se les solicitó a madre y padres de familia que se opusieran a que sus hijos e hijas recibieran esta información, que enviaran una carta. Se recibieron únicamente 30 cartas”.
“A pesar de esto, hemos visto en diferentes partes del país, desde padres de familia encadenándose a los centros educativos, hasta carteles de Las personas LGBT deberían morir, no deberían existir. O sea, si hay un núcleo duro que se resiste a aceptar y respetar la existencia de las personas LGBTIQ+”.
“Ahora, también dentro del grupo de personas que dicen estar de acuerdo con una educación sexual integral, no necesariamente todas entienden las ESI de la misma manera”.
“Pero si es importante que sepamos que estos grupos de choque y de oposición, son grupos minoritarios dentro de la cultura costarricense”.
“Como hemos visto, hay sectores dentro de la política que buscan alimentar estos discursos de odio como mecanismos para lograr ser electos. A veces desde un discurso y una plataforma religiosa y otras no es religiosa, pero sí conservadora”.
¿Pueden solicitar los padres de familia que no quieren que sus hijos reciban ESI?
“Correcto, todavía se puede solicitar. Lo cual, a mí, personalmente, me parece un atropello para los derechos humanos de esos niños, niñas y adolescentes. Implica que se les está negando el acceso a la educación, porque sus madres y padres de familia no quieren que reciban información que es indispensable para el desarrollo sano de su salud”.
En cuanto al deber establecido por el Decreto Presidencial 34399-S hacia las instituciones públicas a conmemorar el día contra la homofobia, lesbofobia y transfobia, a su parecer, ¿Cuántos entes educativos les enseñan a sus estudiantes el por qué de ese día?
“Yo creo que eso varía mucho en los colegios. Estamos en un momento en el que no hay un impulso del respeto por estos temas desde casa presidencial, entonces por supuesto que el Ministerio de Educación tampoco impulsa el tema”.
“Sigue sucediendo en centros educativos que se conmemora la fecha, pero naturalmente no es en todos los centros educativos”.
Y teniendo cuenta el panorama actual, ¿Cuál será el comportamiento a futuro en temas de educación sexual con relación a la orientación sexual e identidad de género?
“Yo pienso que no es un panorama positivo. Presidencia ha dejado evidente que no tiene interés en promover el avance de los derechos de la población LGBTIQ+. A pesar de que en su discurso planteó que no habría retrocesos, en la práctica ya se están dando retrocesos”.
“El primero de ellos es que casa presidencial plantea que no va a nombrar una persona comisionada presidencial de asuntos LGBTIQ+ y vemos que el 17 de mayo no se conmemoró la fecha desde casa presidencial, ni tampoco hubo ningún impulso”.
“Entonces, más que retrocesos concretos o intentos de retroceder la legislación, lo más probable es que lo que veamos sea poco avance y poco impulso a la implementación efectiva de capacitaciones o sensibilización. Lo cual implica en sí mismo un retroceso del estatus actual”.
