El entrenador del Municipal Pérez Zeledón confesó que vivió un trago muy amargo a nivel profesional este miércoles, tras caer derrotado 7 a 0 en el estadio Ricardo Saprissa. Empero, no se da por vencido y solo piensa en levantarse. Volverán a jugar este sábado, ahora ante Guadalupe.
Luis Antonio Marín vivió una noche dolorosa y amarga este miércoles en San Juan de Tibás. Su equipo, el Municipal Pérez Zeledón, perdió 7 a 0 ante Saprissa.
El cotejo fue duro de asimilar para un DT que a pesar de ser joven, ya sabe lo que es ser campeón nacional y que también cuando fue jugador, siempre se caracterizó por ser ganador.
Después del partido, Marín atendió a los medios de comunicación y contó cómo se sentía.
“Uno como técnico tiene que vivir de todo. Debuté y a los seis meses fui campeón, jugué Concacaf con San Carlos, fui a Santos y lo dejé segundo. A Herediano lo tomé en la posición 10, lo llevé a una final y la perdimos y ahora estoy viviendo otras cosas que no estoy acostumbrado, como un equipo que no hemos podido sacarlo de pelear abajo. Vivo un escenario diferente. Pero debo decir que creo en mí, soy un gran técnico, es una etapa de aprendizaje que me da el fútbol y estoy con muchas ganas en este proyecto de Pérez Zeledón.
“Quiero cambiar muchas cosas, que el equipo sea más competitivo y en este proceso me ha tocado lidiar con un cambio generacional y eso no es sencillo, lleva su tiempo, no es algo de 8 o 10 meses. Soy un técnico que lucha para poner a Pérez Zeledón en otro escenario”, aseguró.
Eso sí, Marín tiene una explicación sobre lo vivido. Y, argumentó por qué vimos varias ausencias en el equipo convocado para este encuentro.
“Hicimos un análisis de escoger el mal menor, sabíamos que viniéramos con toda la planilla o no, este era un partido muy difícil. Tenía que sumar minutos sí o sí, y tuve que traer muchachos más jóvenes que sumaran minutos y no vernos con el riesgo de ser multados con tres puntos. Debía decidir y por eso lo hice.
“El sábado nos jugamos una final (partido ante Guadalupe), hay un. viaje de más de cinco horas y debía hacer esto, estaba obligado a sumar minutos, era riesgoso, no era el plan, no lo esperábamos y Saprissa no nos perdonó y pagamos caro.
“Teníamos que tomar riesgos y los muchachos hicieron su esfuerzo. Ahora hay que seguir trabajando con ellos; tomamos decisiones que nos afectaron en el funcionamiento, pero tuvimos que hacerlo”, manifestó.
Luis Antonio y todo el Pérez Zeledón solo piensan en levantarse futbolísticamente hablando. Volverán a la cancha este sábado, ahora recibiendo a Guadalupe, en un partido clave para sellar su permanencia en la primera división.
