El alcalde de Cartago, suspendido desde hace seis meses por el llamado caso Diamante, espera que se levanten las medidas cautelares en su contra para regresar a sus funciones en la municipalidad.
Mario Redondo es uno de los seis alcaldes investigados por presuntos beneficios a la empresa Meco. Este lunes llegó a los Tribunales de Goicoechea donde se realiza una audiencia para determinar si las medidas cautelares se mantienen o se levantan.
Insistió en que las a acusaciones en su contra no tienen sustento.
“Yo nunca, nunca, nunca y se lo puedo asegurar por los más sagrado, nunca le ayudé ni a Meco ni a empresa alguna a ganar ningún tipo de contrato en la Municipalidad de Cartago”, expresó.
Mientras ha estado suspendido, Redondo asegura que no ha podido trabajar como abogado.
Explicó que, para ser alcalde, tenía que suspender el ejercicio del notariado y que el trámite para volver a habilitarlo ha sido muy lento.
Afirmó que llegó a un arreglo de pago con un banco para no perder la casa y que la familia vendió uno de los dos vehículos que tenía para atender los compromisos económicos.
Redondo sostiene que no tuvo ningún tipo de injerencia o influencia en adjudicaciones a Meco y que eso lo respaldan las comparecencias que funcionarios de Proveeduría y Auditoría tuvieron ante la Asamblea Legislativa.
Agregó que los términos de la adjudicación cuestionada estaban fijados desde antes de que ausmiera el cargo. “Yo ni dictaminaba, ni recomendaba ni aprobaba”, dijo.
El alcalde suspendido tiene la expectativa de retornar a su cargo para continuar con iniciativas que estaba desarrollando.
“Creo que Cartago ha perdido, la Municipalidad de Cartago ha perdido, en el sentido de oportunidades para avanzar en una serie de proyectos que teníamos”, recalcó.
