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“Me decían que era una gripe crónica”

by Ambar Segura

Daniela Campos, comparte cómo fue luchar contra el cáncer siendo una adolescente.

En Costa Rica, aproximadamente 180 adolescentes reciben un diagnóstico de cáncer al año. Un ejemplo de esto es Daniela Campos, una herediana de 21 años, que recibió un devastador diagnóstico de cáncer con solo 19 años.

En una cita con un a otorrinolaringóloga le vieron un tumor dentro de su nariz, a partir de ahí empezó su batalla contra el cáncer.

Sus síntomas se presentaron desde los 9 años, ya que tenía que ir al hospital frecuentemente por rinitis, alergias, dolores de cabeza y sangrado en su nariz.

Ella lamenta que en todo ese tiempo nunca recibió la atención adecuada. “A mi me decían que era una gripe crónica o sinusitis. Me mandaban antibióticos, que lo que hacía más bien era enfermarme más porque me bajaba las defensas y eso alimentaba el cáncer”, destacó Campos.

A partir del momento de su diagnóstico, Campos empezó con el tratamiento para combatir el cáncer. Tuvo 33 sesiones de radioterapia y 3 de quimioterapia, para tratar su carcinoma indiferenciado de nasofaringe.

En relación al tratamiento comentó que “fue una locura, solamente el paciente oncológico sabe la batalla tan dura que es”. Ella resaltó el papel que jugó su madre durante todo este proceso, ya que cuando tuvo que usar una sonda gástrica ella estuvo en todo momento a su lado.

Proyecto Daniel

Pacientes oncológicos como Daniela Campos son los que apoya el Proyecto Daniel. Esta iniciativa nació cuando Daniel, hijo de la presidenta, Ligia Bobadilla, fue diagnosticado con cáncer a sus 15 años. 

La presidenta del proyecto explicó que tipo de apoyo le dan a los pacientes con cáncer. “Buscamos que ellos vivan su enfermedad con optimismo, que el cáncer no les robe su juventud. Hacemos muchas actividades para que su vida no sea solo el hospital y ayudamos a familiar referidas por Trabajo Social”. 

Para Bobadilla, el impacto que tiene el Proyecto Daniel en los jóvenes diagnosticados con cáncer es bastante positivo, ya que con sus acciones buscan visibilizar las necesidades y la realidad de los pacientes. 

“Ellos llegan a conocer a otros jóvenes que están viviendo situaciones similares, con las que ellos se pueden identificar. Planeamos actividades que los llene de energía positiva y buscamos que entiendan que ellos y su familia no caminan solos”, compartió Bobadilla.

Campos mencionó que en su caso, Proyecto Daniel fue como el puerto al que llegó después de un viaje cansadísimo. Ella destacó que si no hubiera sido por este apoyo, no hubiera logrado llevar el tratamiento, debido a que la apoyaron económicamente para costear el transporte. 

Actualmente, gracias a una beca dada por el Proyecto Daniel, Campos está estudiando administración de empresas. Ella agradece esta ayuda porque le permitirá reintegrarse a la sociedad, ya que durante el cáncer se sintió muy aislada. 

El Proyecto Daniel se sostiene económicamente a través de donaciones y actividades de recaudación de fondos.

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