Laura Fernández sostiene que la ineficiencia en las instituciones no se debe solamente a los empleados, sino a legislaciones “obsoletas” que se convierten en ‘camisas de fuerza’. “Por eso tenemos instituciones haciendo cosas que al rato si se dejan de hacer, no pasa nada”, afirma.
“La modernización del estado tiene que ser una tarea permanente”, puntualizó Laura Fernández, ministra del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, quien sostiene que la ineficiencia de muchas instituciones públicas se debe a que se rigen por legislaciones desactualizadas u obsoletas.
“Tenemos instituciones con leyes constitutivas que datan de más de 50 años, que no logran ajustar las necesidades actuales del costarricense en esos marcos normativos”, criticó la jerarca.
“Por eso tenemos instituciones haciendo cosas que al rato si dejan de hacerlas, no pasa nada”, agregó.
La jerarca destacó que los funcionarios públicos no pueden hacer más de lo que la ley permite.
Sin embargo, en Costa Rica muchas de estas leyes establecen funciones desactualizadas. Además, de que no les permite a los servidores públicos digitalizar o evolucionar hacia otras competencias.
“Entonces yo diría que la culpa no es solo del funcionario. Hay funcionarios públicos que quieren hacer muchísimas cosas, pero tenemos camisas de fuerza que son leyes obsoletas”, indicó Fernández.
Deterioro de la calidad. Por otra parte, sostiene que esto también entorpece la toma de decisiones, en especial dentro del poder ejecutivo. Por esto, los servicios que se necesitan de forma inmediata tardan en realizarse. Este problema se materializa en pérdidas económicas y un deterioro en la calidad de vida de la población.
Fernández se presentó en el programa de ‘Por Tres Razones’, con la periodista Evelyn Fachler. Durante el encuentro también expuso sobre el exceso de órganos desconcentrados que se traduce en ineficiencia de los ministerios.
Según comentó la ministra, existen órganos desconcentrados que cuentan con ministro, director ejecutivo, junta directiva y gerente. Esto conlleva a que se pierda la cadena de mando y a su vez, nadie asuma los fallos de la institución.
Sin embargo, la jerarca destaca que no es necesario disminuir el estado ni reducir el gasto público. Según la ministra, lo que se necesita es una administración más inteligente de los recursos de la nación.
“(Un estado) ni más pequeño ni con menos gasto necesariamente, nosotros lo que necesitamos es consolidar un modelo de instituciones que genere los bienes y servicios que la gente necesita”, sentenció.
