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Obispo de Limón pide más seguridad ante “ola de crímenes y robos” en algunas zonas de la provincia

by Alejandro Arley

“Limón se nos va de las manos y no podemos permitirlo”, dijo Monseñor Javier Román Arias, quien se refirió a situaciones como un violento asalto que sufrió el padre Adalberto Dorati, párroco de Campo Dos de Cariari, Pococí. Foto: Captura de video de la Conferencia Episcopal.

En un comunicado  a la opinión pública, Román comentó que el sacerdote fue “agredido brutalmente” en la casa cural.

“Constatamos desde hace meses, la creciente ola de crímenes, robos y asesinatos en diferentes zonas de nuestra provincia y que nos envuelve en un clima de inseguridad”, expresó.

“Por eso, valorando el esfuerzo que realiza la Fuerza Pública, con todo respeto les pedimos mayores esfuerzos para dar seguridad a los vecinos, que en su gran mayoría, son personas trabajadoras, honradas y amantes de la paz y que lamentablemente por unos pocos delincuentes mancillan la imagen de nuestro pueblo”, añadió.

Noticias Columbia conversó la tarde de este lunes con Monseñor Román. Citó como ejemplo que la zona de Campo Dos, Cuatro Esquinas, hasta llegar a Tortuguero, es una zona muy grande y que la Policía “no tiene las herramientas necesarias para hacerle frente al hampa”.

“El mismo padre Dorati el sábado que yo compartía con él decía que en una noche de estas se metieron en cinco casas. Eso crea inseguridad entre los vecinos y sufren. Ahí es donde pedimos a la Fuerza Pública, a nuestra Policía, un esfuerzo y pedimos a aquellos que están ahora entrando al Ministerio de Seguridad y a los señores diputados que tanto prometen en campaña política que van a hacer por Limón… que hagan algo”, comentó.

Román no descarta convocar a una reunión con sacerdotes de la Diócesis de Limón e invitar a autoridades de seguridad y diputados.

Agresión y robo

El Obispo comentó que el padre Dorati se encuentra estable pero muy golpeado tras el asalto la noche del domingo cometido por al menos dos sujetos. “Está bien gracias a Dios”, dijo.

Relató que los hechos ocurrieron aproximadamente a las 11:30 p.m. El sacerdote estaba descansando cuando escuchó un estruendo al abrirse la puerta principal y luego la del cuarto.

“Lo llegaron a amenazar para que entregara la plata del turno o una subasta pequeña que había… gallinas, conejos, algunas cositas. Fue una subasta pequeña porque lo grande se tiene dispuesto llevar a la subasta de Río Blanco”, indicó.

Los delincuentes exigieron el dinero pero Dorati les respondió que no la tenía. Román explicó que esos fondos se los habían llevado las personas del Consejo de Asuntos Económicos. Sin embargo, los asaltantes sustrajeron dos celulares, dos computadoras y aproximadamente ¢600.000.

Según supo Noticias Columbia al sacerdote lo habrían amenazado con un arma, lo tiraron al suelo, lo amarraron y le pusieron un pañuelo en la boca para que no pudiera pedir ayuda. Tiene la cara muy golpeada y requirió algunos puntos de sutura en la cabeza. Cuando los delincuentes se fueron, logró moverse cerca de una puerta para pedir ayuda.

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