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Opinión: Carevic ‘trazó’ la ruta, Suárez la reafirmó y ahora Geiner le pone la cereza al pastel

by Jose Pablo Alfaro

Que refrescante y aleccionador es cuando las ínfulas de grandeza, el egoísmo y el ‘yo, yo, yo’ se dejan de lado para pensar en un bien común. La elegancia del argentino ahora es replicada por su ‘pupilo’ en Cartaginés. Y hace apenas unos meses, un colombiano con mundiales encima nos dio el mejor ejemplo de todos.

“Yo no apago la luz de nadie para hacer brillar la mía”, recita Geiner Segura, con humildad, cuando se le consulta por Mauricio Wright y sus aportes para la serie frente a Herediano.

Su discurso es aleccionador. En un entorno que en ocasiones es egoísta, en el que prevalece el ‘yo, yo y yo’, Segura reconoce los esfuerzos del asistente que le sugirió la directiva hace apenas un mes, cuando incluso valoró cesarlo de su cargo.

Segura aceptó a Wright en su cuerpo técnico, en una decisión polémica y que movió los cimientos del plantel, pues el presidente Leonardo Vargas le pidió a su estratega remover a sus dos asistentes para firmar al exdefensor mundialista y a Greivin Mora.

Ayer, Segura le agradeció a sus otros asistentes… pero también a Wright.

Esto me recuerda otros dos ejemplos de humildad, elegancia y profesionalismo.

Recuerdo muy bien cuando Andrés Carevic era el técnico de Alajuelense y le colocaron a su lado justamente a Segura. Entre decenas de seguidores rojinegros se decía que ‘el verdadero gestor’ del éxito manudo era Geiner, restándole méritos al argentino.

Claramente, Segura hizo su aporte, pero la cabeza y voz de mando de aquel proyecto deportivo que ganó el torneo nacional y la Liga Concacaf era Carevic.

Y esto lo recalco por una razón: Don Andrés nunca salió a las conferencias de prensa a bajarle el piso a Geiner, a ‘sacar pecho’ o a ridiculizarlo frente a los medios.

A pesar de que muchos creían que Segura era el ‘verdadero’ técnico, la realidad es que a Carevic le daba lo mismo. Se dejó apoyar por su asistente, lo respaldó y nunca se dejó llevar por los comentarios que, desde mi punto de vista, tenían poco sentido.

Eso se llama clase, profesionalismo y humildad. Dejar el ego atrás para pensar en el bien colectivo y en un objetivo mucho más importante, que es el título nacional.

Al final, en los libros de historia quedó que la Liga ganó la 30 con Carevic en el banco y si Cartaginés levanta la Copa, reseñará que Segura fue quien comandó el plantel.

Por último, en este contexto también vale reconocer la humildad de Luis Fernando Suárez, que cuando el barco de la Selección Nacional se hundía, aceptó la ayuda de una comisión técnica conformada por Jafet Soto, Robert Garbanzo y Ángel Catalina.

Sin ínfulas de grandeza, el técnico escuchó los consejos durante horas de horas e incluso los incorporó a su planificación deportiva.

¿El resultado? La clasificación mundialista.

Al final, el gestor y líder es Suárez, pero es de inteligentes dejarse ayudar.

Dejemos atrás el egoísmo y el ‘yo, yo, yo’. Segura, Carevic y Suárez dan el ejemplo.

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