“Poderosos grupos económicos y políticos han dominado este lucrativo negocio y no tienen interés en que se acabe la fiesta”, dijo la diputada sobre los alquileres en el sector público.
Para la diputada del Partido Progreso Social Democrático, Pilar Cisneros, más que permitir un trabajo correcto y al servicio de la ciudadanía, los alquileres que paga el Estado en Cosa Rica son abusivos.
Así lo dejó ver durante su participación en el Plenario Legislativo, donde señaló que existe un grupo detrás de estos servicios que lucran arrendando espacios para el Gobierno.
La legisladora cuestionó sus intereses y afirmó que la situación que vive el país es preocupante y de derroche.
“Qué fácil es derrochar el dinero cuando el dinero no es de uno, como el derrochamos, años y años, en carísimos alquileres, que pagamos todos. Hoy sabemos que pagamos 40 mil millones de colones en alquileres, y otros 10 mil millones que gastan los bancos estatales”, aseguró.
Cisneros evitó dar nombres, pero sí señaló que en Costa Rica existen grupos poderosos que se benefician con estos gastos, sin reparar en la necesidad del resto del país.
“¿Por qué dejamos de construir edificios propios? Gobierno tras gobierno se pone el tema de los alquileres, pero por alguna extraña razón no avanzamos. Poderosos grupos económicos y políticos han dominado este lucrativo negocio y no tienen interés en que se acabe la fiesta; hay que admitirlo: han sido muy exitosos”, disparó.
La oficialista recordó la propuesta de Ciudad Gobierno, en los alrededores de Plaza Víquez, para albergar a nueve mil jerarcas y evitar el pago de alquileres, pero que no se aprobó.
“El expresidente Luis Guillermo Solís propuso una concesión por 30 años, una muy buena idea, realizable y que ahorraría casi $400 millones, pero han pasado ocho largos años y no avanzamos. En los últimos dos años quedó estancado en alguna gaveta gubernamental y seguimos gastando millones en edificios carísimos, algunos con serios problemas”, reprochó.
Cisneros terminó su disertación con una de las frases que más ha querido popularizar el Gobierno y es uno de los slogans de su administración.
“Los alquileres de oficinas públicas han sido un magnífico negocio para unos pocos y una verdadera afrenta para los costarricenses. Esta vez, queremos acabar la fiesta, este Gobierno quiere comerse la bronca para que de una vez acabemos con el despilfarro de estos injustos alquileres”, finalizó.
