Mario Arce hizo una exposición de lo que sería la propuesta del tren ligero que va a presentar la actual administración, en relación con el proyecto impulsado por la exprimera dama.
Luego de la polémica generada por los cuestionamientos hacia el tren rápido de pasajeros que abanderó la esposa del expresidente Carlos Alvarado, Claudia Dobles, el Gobierno de Rodrigo Chaves presentará su propia iniciativa alejada de la hecha por la anterior administración.
El presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Ferrocarriles, Mario Arce, habló con la periodista Vilma Ibarra en el espacio ‘Hablando Claro’ para comparar y contrastar la nueva y la anterior propuesta de un tren ligero en el país.
Arce fue claro en decir que los cuestionamientos hacia el llamado ‘tren rápido de pasajeros’ no son propios del actual Gobierno, sino que datan desde el año 2019.
“Desde el 2019, hubo criterio de parte del MOPT de la administración anterior, en cuanto a cuestionamientos en temas como estudio de demanda, diseño del proyecto y modelo financiero”, afirmó.
Sobre esto agregó: “Analizamos esos cuestionamientos y efectivamente consideramos que llevaban razón en todos los argumentos que se exhibieron. Hubo mesas de trabajo con el equipo consultor del estudio, que confirmaron aún más las dudas que teníamos desde la parte técnica y financiera de la propuesta”.
“A partir de ahí se toma la decisión de que no hay elementos técnicos y financieros que permitan continuar con el proyecto”, dijo el jerarca en referencia a la propuesta de la exprimera dama.
Además, fue contundente al señalar que todas las decisiones tomadas por la actual administración del Incofer han sido de carácter técnico únicamente, sin que medie ningún interés político.
“Sería muy irresponsable de nuestra parte tomar decisiones en torno a proyectos multimillonarios en los cuales nos estaríamos jugando el futuro de esta y próximas generaciones sobre la base de criterios políticos que no pueden y no deben tener cabida en este tipo de proyectos”, agregó.
Nueva propuesta. Sobre la iniciativa que será presentada, Mario Arce comenzó diciendo que la visión del tren no se ha perdido, pues “el concepto que se quiere implementar sigue siendo de un tren ligero”.
A diferencia del proyecto de la administración PAC, el actual contempla la construcción de un viaducto elevado para el paso del tren ligero.
“La solución en viaducto, presenta una serie de ventajas en el caso de Costa Rica por temas de sismicidad de composición tectónica y de costos. El sistema de subterráneo en cambio es impresionantemente costoso; impagable para nuestra realidad económica y social”, afirmó el jerarca.
Ante la consulta de por qué habría un interés de consorcios internacionales en el proyecto anterior, Arce expresó: “es importante entender que los análisis que hacen los diferente actores entorno a este proyecto depende desde luego de su óptica de interés”.
“Para las empresas internacionales constructoras y operadoras de sistemas ferroviarios un proyecto de 1600 millones de dólares es un proyecto muy atractivo”; continúo diciendo.
Además, según Arce, las condiciones eran muy favorables para el concesionario que se adjudicara la ejecución de la propuesta anterior.
“En este caso se había propuesto un proyecto que juntaba y agrupaba en un solo actor y concesionario la construcción y la operación, lo cual, para las empresas es sumamente atractivo porque normalmente estos proyectos no se estructuran así” expresó.
La nueva ruta. Por otra parte, el presidente ejecutivo de la institución expuso la necesidad de que la ruta del nuevo tren, sea entre San José y Cartago, pues considera que Cartago está aislado geográficamente del resto del GAM.
“Hay una distancia y una necesidad de movilización hacia la GAM donde están las fuentes de empleo, y esto obliga un transbordo de la gente de Cartago hacia la GAM”.
El jerarca también apuntó a que, “las proyecciones de demanda a futuro con las que se cuenta hoy en día para el 2030-2045 incluidas en el estudio de prefactibilidad indican que Cartago (la línea hacia Paraíso) va a ser la línea de mayor demanda y crecimiento en esos años”.
Sobre el costo del proyecto, Arce admitió que será alto porque tendrá que construirse infraestructura de paso elevado que no existe en el país. Considera que en conjunto la parte constructiva y operativa podría rondar los 600-650 millones de dólares, esto sin contar los costos de mantenimiento.
También advirtió que lograr un cambio total en el sistema de transporte público no se logra en 4 ni en 8 años, sino que es todo un proceso de cambio generacional y cultural.
Tomará entre seis y ocho más el estudio de viabilidad de la nueva propuesta antes de pasar a ser proyecto, y en cuento al financiamiento el Gobierno continuará con las gestiones necesarias ante organismos multilaterales.
