La situación de este jueves despertó la curiosidad de muchos ciudadanos que documentaron el caso con fotos y videos.
El objeto no fue lanzado por el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) ni por la Universidad de Costa Rica (UCR), que son instituciones que tienen autorización y realizan estos trabajos con frecuencia. De esta forma, la duda se mantiene. ¿Quién lo puso en el aire?
La Dirección General de Aviación Civil (DGAC) sigue en busca de datos que permitan identificar la procedencia. Todo apunta a que se trata de un objeto que se utiliza con fines meteorológicos.
En algunos sitios, se apreciaba apenas como un punto blanco, mientras que en otros las personas sí pudieron observarlo de mejor forma.
Noticias Columbia conversó este viernes con el subdirector de Aviación Civil, Luis Miranda, quien explicó que, de momento, no se ha podido identificar el origen del lanzamiento.
“Lo primero fue descartar que, en alguna de las instituciones que tienen este tipo de autorización por parte nuestra, hubiera realizado un lanzamiento no programado. Efectivamente no ha sido así, ni por parte de la UCR ni del Instituto Meteorológico. Se verificó una información que de que en apariencia era de una compañía en Grecia pero eso queda descartado también”, dijo.
“La investigación sigue y cualquier dato o información con la que podamos contar pues va a orientarnos de una mejor manera para ir descartando o para identificar al responsable de ese lanzamiento”, añadió.
Miranda explicó los trámites que se hacen ante Aviación Civil cuando se requiere efectuar un lanzamiento debidamente autorizado.
“Se hace una coordinación con el Departamento de Servicios de Navegación Aérea; esto concretamente en lo que tiene que ver con control de tránsito aéreo, para establecer las coordenadas y trayectoria que va a seguir el globo para proteger el espacio aéreo y las rutas de los vuelos itinerados para que no haya ninguna afectación”, comentó.
Posteriormente, los datos se dan a conocer en la publicación de información aeronáutica de Costa Rica.
El vocero de la DGAC comentó que el uso de estos globos debe ser reportado porque llegan a alturas en las cuales vuelan aeronaves. El riesgo es que alguna pueda ser impactada o que deba hacer una maniobra evasiva. Le consultamos, además, si había confirmación plena de que se tratara de un globo meteorológico.
“De acuerdo con las fotos que circularon en redes sociales, sí, corresponde la imagen a un globo de este tipo. La altitud que se reportó estuvo entre los 10 mil y 19 mil pies. Ese fue como el rango de avistamiento”, aclaró.
El funcionario dijo que hubo reportes en el Pacífico Central, Cartago y San José. El personal de torre de control estuvo vigilante pero con el paso de los minutos, el objeto se perdió de vista.
“El objeto no tiene el equipo que permita poder identificarlo a través de la pantalla radar”, destacó.
Si la DGAC identifica a quién le pertenece, hará las prevenciones a los responsables para evitar situaciones como estas en el futuro.
“Si hay algún tipo de desconocimiento de los procedimientos que deben seguirse, los informaremos adecuadamente y, si corresponde, revisaremos también la normativa vigente para aplicar la sanción que corresponda”, concluyó Miranda.
¿Para qué se usan?
El IMN reiteró que no tiene ninguna relación con el lanzamiento del globo que se vio este jueves en distintas partes del país.
El meteorólogo, Juan Diego Naranjo, comentó que la institución los utiliza con frecuencia porque son radiosondas con las cuales se recopilan datos muy útiles.
“La función principalmente de ellos, es medir variables como por ejemplo, viento, humedad, temperatura y presión atmosférica. Esos datos son recopilados cada seis horas y se utilizan para varios fines; desde conocer el estado de la atmosfera para comenzar a generar pronósticos, así como registros para climatología y también como datos iniciales para modelos numéricos que generan pronóstico”, detalló.
En el caso del Instituto, los globos son lanzados desde el aeropuerto Juan Santamaría o muy cerca de la terminal aérea. En ocasiones se envían desde la Estación Experimental Fabio Baudrit de la UCR. Cada elevación está previamente coordinada y autorizada por la DGAC.
Naranjo indicó que están hechos de una especie de plástico o látex. Usan helio para lograr el ascenso y una vez lanzados no se recuperan.
“Después de una cierta altura, cuando ya el globo estalla, alrededor de unos 20 kilómetros aproximadamente, simplemente cae a tierra. En ocasiones hay algunas personas que se han encontrado el aparato, el medidor. Hemos recuperado algunos pero usualmente siempre tienden a perderse”, resaltó.
