Directivo desde la fundación, dirigente da un paso al lado para abrirle campo a grupo ‘Santos por Siempre’. El médico ambiciona con que el Santos se transforme en cuna de talentos de todo el Caribe y comprende que, el gran desafío, no pasa solo por los resultados, sino por crear una afición leal, “yo deseara tener la barra del mercado de Cartago acá en Guápiles”.
Reputado doctor en Pococí, Rafael Arias es conocido por su trato amable hacia los pacientes, pero también por su extensa trayectoria como directivo y presidente del Santos de Guápiles.
Pertenece a la Junta Directiva del equipo desde su fundación y por muchos años combinó su trayectoria profesional como médico con las tareas que conlleva liderar al club de referencia en el Caribe de Costa Rica.
Sin embargo, Arias dejará su cargo como presidente de la institución para abrirle campo al grupo ‘Santos por Siempre’, un proyecto liderado por distintos empresarios, al parecer mexicanos, que llegarán a invertir en el equipo.
SU ETAPA EN SANTOS
Días atrás, ‘Columbia’ conversó ampliamente con el médico que lleva las riendas del Santos sobre el proyecto deportivo y las aspiraciones de un club que, en el mediano plazo, pretende convertirse en la cuna de talentos de Limón.
“Cuando estoy dando consulta en el hospital, de lo primero que me hablan es del Santos. Es que es un equipo simpático, que le cae bien a todo mundo”, reconoce Arias.
El exlíder santista confiesa que, en parte, preferiría que cuando se hablara del Santos se utilizara otra palabra en lugar de ‘simpatía’. Quisiera, por ejemplo, tener una afición local fuerte que cerrara filas con el equipo y lo defendiera ‘a morir’.
Sin embargo, reconoce que el desafío de hoy en día no pasa únicamente por armar un club competitivo, sino por crear una feligresía que, en el largo plazo, transforme la casa santista en un cuartel temido para el resto de clubes.
Incluso, Arias hace una llamativa comparación con la afición de Cartaginés y su comportamiento a favor del equipo.
“Yo quisiera que el equipo tenga ese arraigo, ese sentido de pertenencia, que cuando la gente venga acá diga, estamos pisando territorio ‘apache'”, explicó, en conversación con ‘La Mundialista’.
“Por ejemplo, la barra del mercado de Cartago, yo deseara tener la barra del mercado acá en Guápiles”.
Rafael Arias, presidente del Santos
CANTERA Y ESTABILIDAD, LOS SECRETOS DE LA ERA ARIAS
En medio del desafío que conlleva competir arriba, Santos ha crecido con una política deportiva que, con los años, se transformó en el sello del proyecto.
Por ejemplo, se recuestan sobre el talento de sus fuerzas básicas con más frecuencia que la mayoría de clubes; son pacientes con los entrenadores para que desarrollen sus proyectos (algo muy complicado en el resto de equipos) y potencian el semillero del Caribe con más seriedad que el resto de instituciones de la provincia.
Año a año, la cantera del club nutre de talentos al primer equipo, lo que a la postre también fortalece a otros clubes de Primera y Segunda División.
En los últimos años, Santos también colocó a algunos de sus talentos en el balompié del exterior, como los casos de Ian Smith (Suecia), Wílmer Azofeifa (Noruega), Pablo Arboine (Noruega y Dinamarca) y Alexis Gamboa (Bélgica).
“Esto es parte de un proceso de trabajo. Alguna vez alguien dijo, ‘el proceso ya terminó’. Y no, los procesos nunca terminan. Tenemos claro que, por nuestra filosofía, debemos dar oportunidad a nuestra cantera, pero también sabemos que eso no alcanza para competir. Competir con solo muchachos no es la fórmula ideal y tenemos ejemplos claros, entre ellos el de Carmelita. Ellos repartieron jugadores a todo mundo, pero están en Segunda”, explicó.
Fuerte brecha. Después de una pandemia que golpeó con dureza el trabajo de las bases y que, según explicó Arias, incrementó aún más la brecha entre la liga menor y la Primera, el Santos trabaja en recuperar el tiempo perdido.
Arias confiesa que no es sencillo, pero la premisa de la dirigencia es convertir a los santistas en la gran cuna del talento caribeño. El dirigente es consciente de que, para lograrlo, es necesario crear la infraestructura deportiva necesaria.
Y lo más importante, conseguir que los prospectos suban al primer club mejor formados.
“La pólvora tenemos que gastarla ahí (en la liga menor) y no en contrataciones. La formación cuando llega a la U20 es difícil. Eso se daba antes de pandemia y ahora la brecha que hay entre la Sub-20 y la Primera es enorme, es el triple, hay que pulir el talento. Estos dos años impactaron la liga menor, hay un rezago enorme”, apuntó.
Todavía lejos de estar donde sueñan, Santos enfoca sus fuerzas en cuatro pilares claves; los resultados deportivos, la infraestructura para desarrollar las bases, la estabilidad financiera y la cantidad de afición.
El dirigente es modesto cuando le consultan sobre si el equipo se está convirtiendo en la ‘cuarta fuerza’ del fútbol tico a razón de sus buenos resultados y, por el contrario, insiste en que mientras no consigan incrementar la afición, es difícil que puedan subir de peldaños.
Por ahora, se conforma con el orden que caracteriza el proyecto deportivo.
“Somos un equipo ordenado, que está haciendo bases sólidas. Un equipo honrado, transparente, leal”, concluyó.
