Capacidades económicas y militares de los países escandinavos serían una amenaza para la Federación Rusa.
El anuncio de Finlandia y Suecia sobre el proceso de ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, conocida como OTAN, encendió nuevas alarmas en Rusia después de más de 70 años de buenas relaciones diplomáticas con los países escandinavos.
Hay que recordar que parte del conflicto actual es una respuesta de la Federación Rusa a la intención ucraniana de unirse a esta organización, la cual concentra a países que históricamente han tenido disputas con Rusia como Estados Unidos, Alemania y Francia.
Para el analista internacional, Carlos Cascante, la motivación de ingreso a la OTAN por parte de Suecia y Finlandia se debe justamente a los ataques de Rusia.
“La ciudadanía sueca y la ciudadanía finlandesa no veían con buenos ojos el acceso a la OTAN, pero en este momento de Rusia invadiendo Ucrania ha hecho cambiar muy rápidamente la opinión pública y los líderes de ambos países o los grupos de liderazgo de ambos países que siempre han querido estar dentro de la OTAN, han decidido que es el momento y la organización lo ha visto como una forma de refuerzo”, explicó Cascante.
Sin embargo, el discurso violento de Rusia contra Ucrania no se ha repetido contra los países escandinavos, ya que las capacidades militares de Finlandia sí representarían un reto para una Rusia diezmada después de casi tres meses de conflicto.
“Rusia siempre ha tenido muy buenas relaciones con ambos países, precisamente por la política que Suecia y Finlandia han tenido de no ingresar a la OTAN. Rusia no ha amenazado porque no está en condiciones de amenazar, ya que habría pocas probabilidades de que Rusia avance sobre Finlandia, que tiene un ejército muy fuerte, además Finlandia tiene una sociedad rica y tendría más apoyo occidental lo que hace que que el discurso se modere” profundizó el analista internacional.
Unirse a la OTAN sería un cambio radical en las relaciones diplomáticas de los tres países, y pondría en riesgo el intercambio comercial del que dependen los finlandeses.
“Probablemente Finlandia se esté uniendo a la OTAN con la promesa de la OTAN de que le ayudarán a diversificar su consumo de gas, porque de los mecanismos de presión que tiene Rusia es precisamente cortar el suministro de gas. Si bien el discurso es menos agresivo, no deja de generar turbulencias en la relación de Rusia con con Occidente y especialmente con estos países”, concluyó Cascante.
La gran preocupación de Rusia durante el conflicto con Ucrania, y ahora con Finlandia y Suecia se debe a que los tres países son vecinos, lo cual haría más vulnerable a la Federación Rusa frente a sus aliados históricos.
