Nancy Ramírez conversó con Noticias Columbia durante la presentación de un nuevo libro sobre este suceso que conmocionó al país hace 17 años. Asegura que la tragedia ocurrida en la agencia del Banco Nacional le cambió la forma de ver la vida. Foto: Cortesía de Alexánder Otárola.
La tarde del 8 de abril del 2005, el terror se apoderó de las personas que estaban en la sede de la entidad financiera en Monteverde de Puntarenas. El ingreso violento y a balazos de un asaltante causó la muerte de cuatro clientes, dos funcionarios y un policía.
Dos de los delincuentes murieron en la vía pública, a la entrada del banco, durante un enfrentamiento con oficiales de seguridad privada y de la Fuerza Pública.
Ambos sujetos eran hermanos de Erlyn Hurtado Martínez, autor de la masacre y quien retuvo a un grupo de personas hasta la noche del 9 de marzo.
En medio de ese caos, sufrimiento y conmoción estaba Nancy Ramírez, trabajadora del Banco. A ella la encontramos recientemente durante la presentación del libro “Monteverde, una herida en el paraíso”, del periodista Rodolfo Martín. La actividad se realizó en el Colegio de Periodistas.
Escuche aquí la entrevista completa:
La trabajadora, relató que Martín hizo un abordaje de la historia con mucho tacto y comprensión. Por eso accedió a repasar las difíciles horas que vivió como rehén justo cuando era el día de su cumpleaños 29 y tenía ocho meses de embarazo.
“Es muy interesante, uno que estuvo adentro, darse cuenta de cómo lo vivió la gente afuera también. Y esto no solamente fue una herida de Monteverde, es una herida de todo el país. Sé que hay mucha gente que estuvo pendiente de nosotros, pidiendo a Dios por nosotros. Es una gratitud que tengo por la gente que me he encontrado estos años diciéndome: ‘yo rezaba por usted sin conocerla’”, dijo.
“Sigue siendo difícil ver esas imágenes. Me pone nerviosa y me hace recordar esa fecha. En muchos momentos de la vida siento que fue hace poco, hace unos días verdad, porque es parte de mi vida; pero la verdad es que es bien importante saber que, ante una circunstancia tan difícil, con la ayuda de Dios podemos salir adelante y con el esfuerzo y la ayuda de muchas otras personas que estuvieron ahí apoyándonos, gente de mi trabajo en el banco, apoyándome”, añadió.
Ramírez afirmó que de la tragedia ha tratado de sacar cosas positivas por la solidaridad que encontró.
“Hay un amanecer después de la oscuridad y eso ha sido para mí. Fue una situación muy difícil, pero una de las mejores cosas que me ha dejado enfrentar la vida porque ahí yo me di cuenta que el día es hoy. Es importante que usted viva hoy. Mañana es un regalo y si no existe, pues hoy vivimos como si fuera el último día. La vida es ya, es presente”, expresó.
Nancy todavía trabaja en el banco de Monteverde. Su hija nació solo un mes después del fallido asalto. Manifestó que verla crecer la hace feliz y que eso sobrepasa a los malos recuerdos.
