De visita en Costa Rica, el especialista en bioética, José Ramón Salcedo, se refirió a la eutanasia, un tema que aún no se resuelve en nuestro país, pues la discusión se ha postergado en distintas ocasiones. Salcedo profundizó en lo que sucede en España y cuál cree que es la perspectiva correcta para manejar estos casos, en entrevista en el programa Hablando Claro.
En Costa Rica, el tema de la eutanasia sigue sin ser resuelto y su discusión se ha postergado en reiteradas ocasiones desde el ambiente legislativo, mientras que, en otras latitudes, por ejemplo, España, ya rige la ‘Ley de Prestación de Ayuda para Morir’ la cual regula el tema de la eutanasia.
El doctor Salcedo, expone que la eutanasia es la última instancia dentro del proceso de atención integral en la fase final de la vida, misma que debe darse cuando una persona ‘empieza a tener enfermedades crónicas, achaques, y necesidades de apoyo por discapacidades con la edad’.
Los cuidados paliativos en fase terminal y la sedación terminal en la fase de agonía son apoyos dentro de esa atención integral.
“El último de todos (los apoyos) es la eutanasia (…) y ¿Cuándo se da esa circunstancia? Pues se da cuando nos encontramos con situaciones muy definidas, muy críticas donde se dan unos caracteres muy tazados que nos dicen: ‘Esta persona ya no tiene otra salida, porqué vamos a dejarla sufrir si no estamos dejando sufrir a una persona que en cuidados paliativos le estamos dando sedación, a veces muy fuerte, para conseguir evitar ese dolor’”.
El reconocido expositor en temas de derechos humanos y ética, también considera que la eutanasia es dar ‘un paso más’, ya que “lo que hacemos (a diferencia de paliativos) es proporcionar un determinado compuesto farmacológico que hace que la persona que ya sabemos que están en una situación de la cual ya no tiene salida, le vamos a ayudar a que tenga ese final”.
“Meterme en la piel de la otra persona”
“A veces nuestra propia concepción moral de las cosas –muy personal- es la que nos impide dar ciertos pasos para decir: ‘es que yo lo que necesito es meterme en la piel de la otra persona, ver cuál es su necesidad; y si su necesidad, hasta tal punto de gravedad tiene a esa persona en esa situación, precisa de que demos ciertos pasos, pues yo creo que hay que darlos por el respeto a la dignidad de esa persona” dijo Salcedo.
Por otra parte, aclara que el hecho que se apruebe la eutanasia no es sinónimo que todas las personas que deseen recibir ese servicio específico sean candidatas a recibirlo, sino que, es para personas que una vez analizado su caso específico se determine que los cuidados paliativos ya no son una salida a su situación de enfermedad.
Solo en España, en el último año, se solicitaron 281 eutanasias, de las cuales 159 fueron practicadas.
Además, hay reportados 4.500 médicos objetores, es decir que han hecho valer su derecho de objeción de conciencia, mediante el cual la ley les permite que, por razonas ideológicas, religiosas, u otra índole, puedan no participar del proceso de eutanasia a un paciente.
La Prestación de Ayuda para Morir también engloba el suicidio asistido, el cual proporciona los medios al paciente terminal para que por sí mismo se provoque la muerte.
Voluntad anticipada
Recientemente la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobó la Ley de Voluntades Anticipadas, estas son documentos en los cuales las personas expresan su voluntad, con respecto a intervenciones médicas que podrían requerir para salvaguardar su vida.
Para el doctor José Salcedo, no tendría por qué ser polémico este tema, puesto que expresa que “al fin y al cabo, si una persona está consciente y es capaz, puede manifestar su voluntad y decir: ‘yo no quiero que ustedes me pongan un respirador (…) y si tengo que morir porque no lo acepto, pues muero’”.
José Ramón Salcedo y su colega Belén Andreu son doctores de la Universidad de Murcia en España, y están por abordar un congreso en Costa Rica sobre el derecho, la ética y la ciencia.
Además, con la cooperación de la Unión Europea se busca instaurar en el país, el Observatorio de Bioderecho en conjunto con la Universidad de Costa Rica y el Instituto Tecnológico de Costa Rica.
