“Aquí hay un respeto tan grande a la tercera edad que predomina en las redes…”, dijo irónicamente el presidente de la Corte Suprema de Justicia.
El magistrado de la Sala Constitucional, Fernando Cruz, entrará a su última semana como presidente de la Corte Suprema de Justicia.
A inicios de mes, Cruz anunció que no buscará la reelección en dicho cargo, cuando su periodo de cuatro años al frente del Poder Judicial llegue a su fin el 31 de julio.
El magistrado asegura que llegó en un momento complicado para el Poder Judicial, con las secuelas del Cementazo todavía presentes en aquel momento.
Además, dijo que la suya era una presidencia de transición, debido a la cantidad de magistrados suplentes que conformaban Corte Plena.
Aunque dejará la Presidencia, a Cruz le quedan ochos años como magistrado, aunque no sabe si seguirá o se acogerá a su jubilación.
“No lo sé. En las redes me mandan para la casa. Me mandan a la casa porque hay un respeto tan grande a la tercera edad en la cultura que predomina en las redes…pero todavía no lo sé”, dijo.
El magistrado acompañó la ironía de su comentario con una crítica a la sociedad y su forma de tratar a los adultos mayores, población a la que pertenece ya que tiene 73 años.
“Yo me siento bien de salud hasta el momento, pero hay una cultura muy extendida de que si usted tiene cierto número de años debería dejar de respirar porque está quitándole aire a los jóvenes”, criticó.
Sobre su sucesor, Cruz dijo que es difícil pronosticar cómo deberá atender la Corte Suprema de Justicia la persona que llegue a su cargo.
“Probablemente va a tener un mandato renovado al interior de la Corte, lo que le va a dar una fuerza significativa. Uno de los interrogantes que yo tendría es que el estilo de la Corte, hasta cuando estuvo don Carlos Chinchilla, era del bipartidismo, donde no habían tantos embates contra la Corte ¿Qué actitud debe tomar el presidente, cuando hay estos embates? No lo sé, pero creo que ese silencio cómodo no se puede mantener”, reflexionó.
