Directo y sin filtros, el hoy extécnico florense se refirió a la relación con el vestuario y al mensaje final que brindó ante el grupo cuando le dijeron que no continuaría. Profundizó en su relación con el gerente y se refirió a los ‘fake news’ que llenaron las redes sociales en las últimas horas. Campos no se guardó nada en charla con ‘Columbia’.
“Yo no vi a ningún jugador economizando un regreso, una barrida o un salto. O a algún jugador que no quisiera anotar. O sea, ellos se entregaron. Usted veía la cara de frustración, se agarraban la cabeza”, afirma Jeaustin Campos, directo cuando se refiere al vestuario de Herediano y al comportamiento de los futbolistas bajo su mando.
Confiesa que le ‘frustra’ partir del equipo luego de conseguir el título en el Centenario, pero defiende su trabajo y también el discurso que utilizó en todo momento, incluso cuando después del cotejo ante Cartaginés, optó por lanzar una crítica dura hacia sus futbolistas, “no ofendí a nadie, no le falté el respeto a nadie”, añadió.
En una amplia charla con ‘Columbia Deportiva’, el experimentado entrenador se refirió al respaldo de Jafet Soto, reveló el mensaje con el que se despidió de los futbolistas en el camerino y ofreció su posición sobre los ‘fake news’ que aparecieron en redes sociales posterior a su salida, en relación a una supuesta mala relación con el gerente florense.
¿Cómo se toma su salida de Herediano?
“Me siento un poco frustrado, no voy a decir que uno se acostumbra a esto, pero es un poco de frustración porque se venía trabajando bien, pero lastimosamente los resultados no se dieron. Creo que en gran parte de los partidos los resultados no estuvieron acorde con lo que pasaba en la cancha, porque creo que el desempeño fue bueno. La vieja frase cliché dice que ‘así es el fútbol’, no hay más que decir”.
Un sector de la afición florense se volcó a favor suyo, al considerar que no se debió ir luego de quedar campeón y que se debió apostar por otras medidas.
“Yo creo que no solo por el título, creo que hay gente muy crítica, que analiza bien estos ocho partidos y que en términos generales hicimos algunos muy buenos partidos. Otros fueron aceptables y en otros no estuvimos a la altura, pero calculo que hoy debimos de haber tenido al menos cuatro partidos ganados. Creo que esa muestra de la afición es por la manera en que nos hemos desarrollado, que de repente no merecíamos un empate o una derrota”.
¿Esperaba más paciencia hacia su gestión?
“Mirá, yo no me ocupo de las cosas que no están a mi alcance, esas son cosas que yo no manejo, pues uno siempre quisiera seguir trabajando, seguir produciendo. Soy de las personas que nunca se rinde y que asume retos muy complicados, como el mismo Herediano en el torneo anterior. Soy una persona que siempre va hacia al frente, y cuando pasan este tipo de situaciones si te duelen, porque uno quisiera pensar que tiene la capacidad para revertir cualquier tipo de situación, pero hay que seguir adelante”.
Hay una percepción externa de que el grupo de jugadores no lo respaldó, ¿usted sintió un respaldo del vestuario o no?
“Mirá, perdoná la expresión, pero a mí me parecen que esas son ‘boberías’. Con cualquiera que piense así nos sentamos a ver el último partido. Yo no vi a ningún jugador economizando un regreso, una barrida o un salto. O algún jugador que no quisiera anotar. O sea, ellos se entregaron. Usted veía la cara de frustración, se agarraban la cabeza, se apoyaban entre ellos. Yo creo que deberíamos, como cultura de fútbol, quitar esa frase cliché (de que futbolistas hacen la cama a técnicos)”.
“Pues obviamente en un club con tantos futbolistas habrá 10 que me quieran, habrá siete que cuando están en el banco no están satisfechos y habrá otros 8 o 10 con los que no seré el más popular, pero eso pasa en todos lados cuando hay una planilla así. Ahora, yo sí creo que el respaldo de los jugadores que nos dieron ese campeonato es una muestra de agradecimiento de los muchachos hacia el cuerpo técnico”.
“Usted veía la cara de frustración (en los jugadores) por no ganar, se agarraban la cabeza y se apoyaban entre ellos. Creo que deberíamos quitar esa frase cliché (de que futbolistas hacen la cama a técnicos)”.
Se generó una noticia falsa con una supuesta frase suya sobre Jafet Soto que dice lo siguiente: “Los jugadores no saben si hacerme caso a mi o a Jafet, el técnico soy yo pero así no se puede”. Aún cuando es un ‘fake news’, sería bueno que detalle su posición sobre el tema.
“En lo absoluto, con Jafet hablé en ocho oportunidades cuanto mucho y terminamos súper bien. En el camerino se le veía la cara de frustración y dolor de tomar la decisión, junto con Orlando Moreira, que ellos fueron los que me comunicaron. Y me dejaron las puertas abiertas para que en algún otro momento estemos trabajando por ahí. Eso habla mucho de ellos y del trabajo que con honestidad brindé. Todo quedó en los mejores términos. Jafet ha ganado mucho y lo respeto como profesional y persona, y creo que es mutuo”.
¿Usted sintió el respaldo de Jafet?
“Bueno, el primer respaldo fue contratarme. El segundo fue decirme, ‘qué dicha que viniste, así ya yo me desligo de la parte deportiva porque tengo proyectos enormes y demasiado trabajo con el estadio’. Ese es otro respaldo, darme la confianza. Obviamente que él tiene que tomar decisiones, pero sé que estaban con frustración de tomar la decisión”.
En lo deportivo, ¿a qué atribuye el mal arranque de torneo?
“Hubo poco margen para planificar, quedamos campeones en diciembre y hubo un impasse en año nuevo y Navidad en el que creo que hubo cosas a las que no debimos de exponernos, los primeros tres partidos con un 50% de la planilla, por ejemplo. No se tuvo mucho tiempo y bueno, el manejo del éxito creo que también afectó, no fue el que queríamos”.
“Eso también se pagó en los primeros partidos, hubo muchas distracciones. Ya cuando quisimos reaccionar había un ambiente complicado a nivel de medios de comunicación. Sin embargo, creo que esto no se dio a nivel de juego, pues Herediano jugó muchos partidos de bien a muy bien”.
Decía Wálter Centeno que se está destruyendo el fútbol nacional con proceso de técnicos tan cortados. ¿Cómo cree que se puede cambiar esto?
“Se puede meter mano en muchos entes. Primero, la estructura del fútbol, que por un tema de taquillas en las fases finales no se haga un torneo largo de agosto a mayo, como se hace en todo el mundo, creo que no ayuda. Creo que si se diera así habría más tolerancia y también se podría estimular la inclusión de jugadores jóvenes. Y también se puede echar mano en la prensa, ya hay frases clichés de que los jugadores hacen la cama. Creo que hay que ser más críticos, incisivos y dar un poco más de profundidad a los elementos de por qué a un equipo le va muy bien o mal. Creo además que las redes sociales son una bola de nieve y se presiona a los dirigentes en algún momento”.
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Mantuvo un discurso muy comedido en la mayoría de su etapa en Herediano. Quizás, el único cambio fuerte se produjo en la conferencia de prensa posterior al duelo ante Cartaginés (pidió que se valorara cesar jugadores), cuando fue muy crítico. ¿Se arrepiente del tipo de discurso que utilizó, o era acorde a lo que sentía?
“Arrepentirme no, porque creo que la gente de fútbol y la gente crítica y los que piensan con seriedad sobre fútbol lo valoraron positivamente, pero volvemos a los medios de comunicación y sus frases cliché; tenemos que evolucionar, ¿por qué un entrenador no puede hablar de lo que pasa y por qué siempre debe ser el culpable? Yo entiendo que los triunfos tienen muchos papás y la derrota es huérfana, pero siento que también podemos hablar de claridad, pues no ofendí a nadie, no le falté el respeto a nadie. Me preguntaron sobre las causas del rendimiento de Herediano y tenía que ser honesto con la afición. Obviamente yo soy responsable, pero puede ser que haya algunas distractores y la afición tenía derecho de saberlo”.
“Creo que más bien gracias a esa conferencia la afición de Herediano me ha dado muestras de apoyo, de cariño y de consideración”.
¿Pudo darle la cara a los jugadores y despedirse?
“Sí, la verdad que pocas veces he tenido la posibilidad, porque normalmente cuando pasan estas cosas estamos lejos del camerino o uno está libre, pero esta vez me pude despedir de los muchachos, me dieron su agradecimiento, se le veían las caras largas y estaban dolidos, porque no pudimos evitar llegar a estas consecuencias. Les agradezco muchísimo su entrega y honestidad. La verdad todo lo que me llevo es positivo. Fue una muy linda experiencia, que no se empaña al final. No nos merecemos eso”.
