“Sus condiciones físicas naturales, su perfil zurdo, su estatura, su velocidad. Me parece que es único en el país. Uno de los defensas más rápidos del país. Puede jugar de lateral o de defensa central”.
Todas esas características se las expuso el entonces DT del Saprissa, Carlos Watson, al periodista José Pablo Alfaro cuando el entonces periodista de La Nación le preguntó por el fichaje de Lemark Hernández, procedente del Club de Fútbol Universidad de Costa Rica.
Corría junio de 2017 y, si bien Saprissa no ganó el Apertura, sí logró anexarse el Clausura 2018.
En medio de la campaña Watson siempre lo defendió y llegó a denominarlo “súper atleta”, ponderándole sus atributos físicos.
Empero, Lemark no logró consolidarse y, tras no ser renovado, jugó para clubes como la misma UCR, Guanacasteca y Liberia, su penúltimo club antes de volver a sus orígenes: Este viernes fue oficializado como nuevo refuerzo de Limón Black Star, equipo que busca el ascenso a la primera división.
Tras sobresalir en el extinto Limón FC, y antes de llegar al Saprissa, Hernández ya había jugado con otro club grande, el Herediano, en la temporada 2015/2016.