La referente del fútbol femenino tico, Shirley Cruz, dejó ver los sentimientos que la embargan luego de que en las redes sociales de Liga Deportiva Alajuelense se invitara a los aficionados a ver el primer partido del torneo, a la vez que se hacía énfasis en que sería el último de la leona.
Con la voz entrecortada en algunos momentos y hasta los ojos llorosos, Shirley dijo a Columbia que la decisión no es fácil y que ya la había comentado a las compañeras de equipo y selección nacional.
Sacar las pruebas de grado para finalizar la carrera de terapia física será su prioridad luego del retiro. “Ir poco a poco, no quiero a apresurarme, el tiempo me lo he tomado para eso”, comentó.
Eso sí, le gustaría mantenerse cerca del fútbol femenino, pero sin definir aún dónde: “Si en algún momento encuentro algún proyecto que me dejen trabajar como yo quiera, ahí voy a tomar una decisión”.
“Yo no voy a estar en ninguna institución por ser Shirley Cruz”, agregó.
Su legado será la experiencia
En este tiempo que le queda en el fútbol nacional quiere aprovechar al máximo el tiempo con las jugadoras más jóvenes y darles su apoyo, algunas de ellas que han soñado con jugar a su lado, aunque cuando esto sucede, les resulte un poco intimidante; entre risas señaló que “los primeros días tienen un poco de miedo”.
Shirley se toma el tiempo y se sienta con ellas, busca saber qué quieren para el futuro y que sepan que en LDA siempre van a tener presión de la afición por la institución a la que representan.
“Pasar a las chicas un poco del conocimiento que yo tengo, de la experiencia que yo tengo para que ellas se puedan desarrollar de la mejor forma”, mencionó Cruz.
En el video de despedida que publicó Alajuelense sobre Shirley Cruz, ella expresa que “cada una tiene su propia historia, rompí barreras, aprendí a ganar, caerme y volver a levantarme, sin saber que iba a inspirar a nuevas generaciones. Cambié las reglas. No cambiaría nada de mi carrera, porque fue un sueño que se construyó a base de esfuerzo, magia y defender a los míos”.
Además, lanzó un desafío a las próximas generaciones: ” Yo comencé el movimiento y ahora les toca a ustedes la revolución”, afirmó.
Cruz debutó en la Primera División en 1997, con 12 años de edad.